Mediocentros modernos

No es la primera vez que servidor disiente acerca de las virtudes futbolísticas que le adjudican a Casemiro. A veces no emito mi parecer a fin de no repetir como un papagayo. Así que no dije ni pío de su actuación frente al París Saint Germain. Es más, achaqué los males de la zona vital del campo a Kroos y Modric. Quienes también naufragaron en el Parque de los Príncipes. Pero, debido a que se viene aireando que la baja del mediocentro en el partido de vuelta será un problema morrocotudo para el Madrid, he decidido opinar al respecto. Aun a riesgo de que se me tilde de jartible; es decir, persona pesada, tan insistente que llega a ser molesta. 

El estilo de mediocentro que impera en el fútbol actual tiene su origen en Makelele. De quien no hace falta recordar las cualidades que atesoraba. Puesto que las estamos viendo en futbolistas que han sido capaces de mejorarlas. Verbigracia: N' Golo Kanté, Joshua Kimmich, Mason Mount, Marco Verratti... El italiano demostró frente al Madrid que no es necesario ser alto ni corpulento para ser poderoso en esa zona vital del campo en la que se cuecen las victorias y las derrotas.

Los jugadores citados se distinguen por cualidades como la velocidad y agilidad, conducciones de balón apropiadas en momentos claves del partido, regates necesarios para desbordar líneas, sentido de la anticipación para robar balones, conocimientos del juego defensivo y, cómo no, capacidad para salir desde atrás con pases precisos. Amén de indicarles a sus compañeros, desde la atalaya que les proporciona su posición, cómo han de contribuir cuando toca soportar el asedio de los rivales. 

Los reseñados mediocentros están comprometidos con las basculaciones, las ayudas, las coberturas, los relevos... Todos ellos dan la impresión de que no se cansan nunca. Marco Verratti cumplió con tales cometidos frente al Madrid en el Parque de los Príncipes. El jugador italiano fue, sin duda alguna, la pieza vital de ligadura entre líneas. En una palabra, ejerció como lo que es: un mediocentro moderno. 

En el Madrid hay un futbolista que reúne las condiciones para ocupar esa demarcación. Mas es necesario que vaya teniendo oportunidades que le aporten tranquilidad y comedimiento en sus intervenciones. Responde al nombre de Eduardo Camavinga y tiene la edad en la boca. Ancelotti debería poner sus conocimientos al servicio del joven jugador francés. El cual, si algo no lo impide, está destinado a ser un especialista jugando en el centro del centro del campo. Lo cual no es óbice para que vaya actuando como interior en ambos costados.