España defrauda frente a Suiza

No es la primera vez que los centrales de la Selección, Pau Torres y Eric García, muestran su inferioridad en el juego aéreo. Si quienes actúan en esa posición son endebles en la disputa de los balones elevados, el portero se siente desamparado al saber que toda la responsabilidad recae en él. Es el caso de Unai Simón. De ahí que en ocasiones pierde los papeles tanto en los saques de esquina como en los centros desde los costados. 

Tampoco es comprensible que el mediocentro de España sea un futbolista que no sabe defender ni dominar el juego por alto ni tampoco se distingue en acciones atacantes. Limitándose a pasar el balón al compañero más cercano para eludir los problemas de una lentitud que lo ha convertido desde hace ya la tira de tiempo en un jugador vulgar. Es el caso de Busquets. Redoblar el tambor en este caso, créanme que no es de mi gusto.

Seis futbolistas del Barcelona jugaron frente a Suiza. Tres de ellos ocuparon la zona principal del terreno de juego; es decir, el centro del campo. Prueba palpable de que Luis Enrique quiere que España juegue como lo viene haciendo el Barcelona. Pero la Selección carece de de un jugador como Dembélé y sobre todo de un delantero de las características de Lewandowski. Pero hay más: Busquets no está para muchos trotes y por tanto Gavi y Pedri deben trabajar a destajo y por consiguiente pierden lucidez como creadores de juego y de remates.

En España sigue habiendo predilección por los jugadores bajitos. Puesto que nadie olvida que la Selección fue Campeona del Mundo con Iniesta y otros jugadores de su mismo corte. Aunque el fútbol ha cambiado muchísimo y la altura es necesaria por sistema. Ayer por la noche vimos, una vez más, cómo los córners y los centros desde los costados eran ocasiones de gol para los suizos; debido a que enfrente tenían a un equipo carente de estatura. Luis Enrique ya sabe sobradamente que eso no debe ocurrir con Portugal.