Tras la abultada derrota del Madrid en Gerona, con goles de Taty Castellanos, escribí lo siguiente: Habrá quien diga que se ha notado muchísimo la ausencia de Thibaut Courtois. Y no dude en culpar a Lunin de la goleada. Sin caer en la cuenta de que es muy difícil enmendarle la plana a sus defensas como lo viene haciendo el portero belga. Y aproveché la ocasión para recordar que los centrales blancos llevan varios partidos sin dar la talla que les corresponde. Verbigracia: Militâo no cesa de pavonearse ante sus adversarios. Actitud que evidencia lo satisfecho que está de sí mismo y por tanto se considera superior a sus rivales.
Pues bien, esa ufanía del zaguero brasileño salió a relucir otra vez frente a la Real Sociedad; tras dar un pase, tan innecesario como peligroso, a su portero y que Take Kubo lo interceptó para marcar el primer gol de su equipo cuando apenas se llevaban dos minutos de juego de la segunda parte. Y a partir de ahí todos los esfuerzos que hizo el Madrid para acortar distancias fueron en vano. En cambio, Barrenetxea aseguró el resultado con un disparo desde la media distancia (85'). Resultado justo para los locales por ser superiores a un Madrid cuyos jugadores tienen la mente puesta en otros escenarios.
La victoria del equipo donostiarra fue merecida y por tanto no cabe poner la menor pega al respecto. Aunque tampoco conviene silenciar lo mal que le cae a Juan Luis Pulido Santana el Real Madrid. Hasta el punto de que lleva reflejado en su rostro semejante tirria. Así que el árbitro grancanario aprovechó la ocasión para expulsar a Carvajal por un quítame allá esas pajas. En fin, Carlo Ancelotti confia en que su equipo gane la la Copa del Rey y, por qué no, la UEFA Champions League. Dos títulos que le permitirían seguir en su cargo. De no ser así, Florentino Pérez le buscará sustituto deprisa y corriendo.
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