Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

miércoles, 5 de julio de 2023

AGUASMALAS

 

Antier llegué a la playa de El Chorrillo dispuesto a darme el primer baño de la temporada. Iba con la ilusión que genera todo comienzo de algo apetecible. Ni siquiera me acordé de que en esa zona suele haber aguaviva: 'Molusco transparente y gelatinoso. También conocido como Aguacuajada'. Así lo recoge el VA, que señala que es voz de las zonas costeras de Cádiz y Huelva. 

En la parte que cubren y descubren las mareas se suele engendrar pegada a la arena esa sustancia blanquecina, fangosa y de forma por lo común oval, en la cual se percibe señales de malaúva. En Cádiz, por ejemplo, y en otras partes, se le da el nombre de aguamar. Igualmente se conoce como pica-pica. En suma, que la medusa es repulsiva y además conviene evitarla. Pues sólo basta rozarla para que expulse su contenido tóxico.

A partir de la picadura, principia el dolor y el ardor, se enrojece la piel y se inflama la parte afectada. Y es entonces cuando la víctima principia a darle vuelta al magín por si acaso ese veneno influye negativamente en cualquier padecimiento que tenga. Gerardo Diego, bajó el título de un Jándalo en Cádiz, 1974, escribió lo siguiente...

                       AGUASMALAS

                 Ay,  aguasmalas, livianas;

                 ay, bailarinas de Gádex,

                 acechando al centinela

                 si de la garita cae.

                 Ay, cabelleras malditas, 

                 tentáculos de calambres; 

                 ay, abredoras de rosas; 

                 ay, chupadoras de sangres.

                 Por vosotras se han perdido 

                donceles de mina y cante

                 al dormir en vuestros brazos

                 la madrugada del martes.

                 Ay, aguasmalas, medusas.

                 estrellas de iris cambiante.

                 No te asomes al baluarte,

                 no la mires tú, mi vida....

(Gerardo Diego, Un jándalo en Cádiz, 1974)

           








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