Kylian Mbappé y nada más

Quienes pusieron en duda la calidad de Kylian Mbappé en sus primeros partidos con el Real Madrid deberían pedir las excusas correspondientes. Porque gracias a sus goles el equipo merengue está ganando partidos sin dar la talla  que le corresponde por su categoría. Ayer frente al Kairal Almaty; cuya endeblez futbolística se veía a una legua, la estrella francesa marcó los tres primeros tantos de los cinco que al final campeaban en el marcador. El cuarto lo obtuvo Camavinga y el quinto fue obra de Brahin Diaz. 

El equipo de Kasajistán, a pesar de su manifiesta endeblez, fue capaz de dominar durante los primeros veinte minutos del encuentro. Lo cual permitió que Thibaut Courtois volviera a reverdecer laureles tras su endeble partido en el Metropolitano. Tampoco defensivamente destacó el conjunto dirigido por Xabi Alonso. A quien le está costando lo indecible dar con la tecla adecuada a fin de que el Madrid adquiera en el terreno de juego esa superioridad que le corresponde.

No es extraño, pues, que el actual Madrid no es fiable de momento para decir a voz en cuello que ganará algún título por los que compite. De momento, y gracias a Kylian Mbappé, está saliendo ileso de encuentros en los que la velocidad del francés y sus aciertos para desbordar a defensas y batir a guardametas -con una facilidad admirable- hacen concebir esperanzas a los madridistas. 

Amén de lo ya reseñado, el problema es que Vinicius Juniór, por ejemplo, no está rindiendo acorde con su categoría. Tan necesaria para su equipo. Y los aficionados no le perdonan su bajo rendimiento. Y, por si fuera poco, Jude Bellingham está padeciendo una grave lesión en un pie. Su baja, sin duda alguna, se echa de menos por su saber estar en el centro del campo y sus goles con los disparos desde la media distancia. Y qué decir del británico cuando actúa como delantero flotante o falso nueve, que así se llamaba en la época de Alfredo Di Stéfano. A propósito: parece ser que el Madrid no está conforme con la forma de ser del citado JB.

Si a lo ya referido se le añade un sistema defensivo en el cual hay futbolistas que no se repliegan cuando toca defender...  Y muestran una apatía desmesurada cuando deben actuar sin balón, sería absurdo no decir a boca llena que el Real Madrid tiene un problema que necesita abordar sin tapujos y rápidamente. De no ser así, es más que probable que el Barcelona o cualquier otro equipo de los considerados grandes le vuelva a pintar la cara como así lo hizo el Atlético de Madrid.