Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

domingo, 30 de junio de 2019

Triunfo de la España Sub-21

España ha sido mejor que Alemania durante muchos minutos y ha merecido la victoria. Pero el triunfo no debe  servir para que se nos diga que el futuro de la Selección absoluta está garantizado con los futbolistas que han jugado este Campeonato. Es decir, que pueden ser piezas claves con las que debe contar Robert Moreno. Semejante opinión no dejaría de ser tan atrevida como equivocada.

También debo decir, cuanto antes, que José Antonio Luque, el narrador del partido transmitido por la Cuatro, ha logrado hacerme víctima de una jaqueca que me está haciendo escribir mermado de facultades. La verborrea del señor Luque ha estado a punto de desquiciar mis nervios. Bien haría este profesional del micrófono en saber que alguien que se admira de todo lo que está ocurriendo en un terreno de juego es que ignora lo que está sucediendo.

Válgame el introito como sedante contra el dolor de cabeza. Al grano: el golazo de Fabián (minuto siete) me hizo pensar en la necesidad que tienen todos los equipos de contar con jugadores capaces de disparar desde la media distancia con la precisión que lo suele hacer el exjugador del Betis y que ahora presta sus servicios en el Nápoles. La España Sub-21 siguió jugando bien durante diez minutos más. Cierto es que los alemanes ayudaron a la causa hispana con un desorden táctico descomunal.

Verbigracia: los dos centrales de la Selección dirigida por Stefan Kuntz, debido a que la posición de Oyarzabal no les ofrecía ninguna referencia de marcaje, ni defendieron bien en su área ni tampoco fueron capaces de salir al encuentro de los españoles que llegaban desde atrás. Tal es así que dejaron a Fabián disparar con suma comodidad en el gol. Alemania fue, durante el primer tercio del partido, un conjunto replegado en su terreno pero de una gran fragilidad defensiva y por supuesto de una absoluta nulidad ofensiva.

Pero Ceballos, a partir del minuto 17, comenzó a imponer su estilo de juego, ese que el señor Luque llama la marca de España, y los alemanes principiaron a dar señales de vida. El señor Luque debería cuanto antes ver el vídeo del partido para darse cuenta de las veces que nos dijo que el futbolista del Madrid era un escándalo de jugador. Un fenómeno. Convencido de que semejante loa beneficiaría al jugador utrerano. Craso error.

La Selección Sub-21 nos ha permitido ver que Fabián está preparado para metas mayores. Que Dani Olmedo merece suma atención. Y, naturalmente, que Oyarzabal en buenas condiciones físicas es un futbolista polivalente. Ceballos, sin embargo, no acaba de hacerse con un estilo. Estilo es tener un ritmo de juego propio. Y el jugador del Madrid no lo consigue...















sábado, 29 de junio de 2019

El menos malo de los regímenes


En verdad parece justo y necesario proclamar que la democracia es la forma menos mala de gobernarse los pueblos. Y aún sería más proclamable si, para que marche, no fuera preciso atravesar cada poco una campaña electoral. Últimamente, no hemos salido de una cuando hemos entrado en otra. Y mucho me temo que al paso que vamos no sería descabellado anticipar que seremos citados a las urnas en septiembre.

Si ese hecho se produjera, no creo que sorprendiera a nadie. Pero sí causaría malestar generalizado entre los ciudadanos. Quienes están hasta los mismísimos de una casta política que sólo piensa en sus intereses. Que no son otros que la acaparación de poder y a vivir que son dos días... La investidura de Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno, está siendo boicoteada por los partidos de la derecha y también por los comunistas de Podemos.

En el caso de Podemos, resulta que Pablo Iglesias, debido a su fracaso en las urnas, necesita a toda costa formar parte del Gobierno de España. Y, claro, anda rogando cargos como aquellas criaturas que, por necesidades perentorias -el hambre lo es-, se ponían en las entradas principales de las iglesias, años cuarenta y parte de los cincuenta, con la mirada hundida y la mano por delante. Actitud que va minando la personalidad del dirigente podemita.

Las prisas de Pablo Iglesias son lamentables. Y como yo siempre he creído que la prisa, cualquier prisa, es contraproducente, me ha venido a la mente lo que pensaba al respecto José Luis Alvite -escritor y periodista, gallego él-: "La prisa echa a perder la elegancia y ni siquiera en la circunstancia de un naufragio hay que perder la compostura". Por cierto, el general George Patton pudo haber entrado en la Historia como un tipo elegante si no fuese porque le corría prisa ganar la guerra.

Y hablando de prisa, urgencia, celeridad, y cosas por el estilo, conviene resaltar la tenida por nuestro alcalde con los nombramientos de siete viceconsejeros y dieciseis directores generales. Sí, ya sé que estoy redoblando el tambor. Pero no me negarán que el asunto merece que se airee cada dos por tres. De no ser así, tal vez podría producirse la designación de más cargos a dedo. Lo cual sería motivo más que suficiente para hablar ya de influencias y enchufes.

A propósito: leyendo que nuestro alcalde está citado como investigado por una presunta irregularidad cometida -según denunció, hace ya varios meses, el Partido Socialista de Ceuta-, me he acordado de cómo acabó Pedro Pacheco, primer teniente de alcalde del PSA, tras haber pactado con el PSOE para desalojar de la alcaldía a María José Garcia Pelayo (PP). La cual fue susitituida por Pilar Sánchez (PSOE).  Año 2005.





        





viernes, 28 de junio de 2019

Los méritos de la Selección Sub-21


No vi el partido Italia-España correspondiente al Europeo Sub-21. Motivo: el Campeonato no había despertado el menor interés en mí. También se lo achaco a que tras el mucho fútbol visto durante la temporada pasada, decidí tomarme el respiro que andaban pidiendo a gritos mis sentidos. Pues todos sabemos que lo mucho atora la mente. De ahí mi admiración por Julio Maldonado, Maldini. Periodista que cuenta con un sinfín de parabólicas para estar presente en todos los estadios del mundo y a cualquier hora. Maldini debería ser premiado (?) por su extraordinario sacrificio.

Tuvo que ser Manolo Muñoz, mi querido amigo, quien me pusiera al tanto de cómo la Selección Italiana le ganó a la Española, empleándose con una dureza rayana en la agresión y permitida por el árbitro de turno. Mi amigo, además, no escatimó elogios para algunos jugadores de ese combinado que los cursis han dado en llamar La Rojita. Lo contado por MM me animó a sentarme en el salón de la salita de estar para presenciar -en Cuatro Televisión- Inglaterra-Rumania. Partido trepidante, donde abundaron los goles y reinó la emoción y el buen juego.

Así que decidí ser telespectador del decisivo encuentro entre españoles y belgas. Donde el equipo dirigido por Luis de la Fuente hizo méritos suficientes para ganar en el último suspiro de un partido en el cual su rival demostró ser un hueso duro de roer. Ni que decir tiene que ya no me perdí  España-Polonia, Alemania-Rumania y, mucho menos, España-Francia El cual acabó con una rotunda victoria de los nuestros (4-1).

Los méritos de la Sub-21 de España fueron muchos. Pero muchos... Aunque el más destacado fue, según mi parecer, que sus jugadores buscaron la portería francesa con los pases precisos: ni uno de más pero tampoco ni uno de menos. Es decir, que el juego practicado por los jugadores hispanos no tuvo nada que ver con ese otro llamado tiquitaca y que tanto añoran los exquisitos del deporte rey.

Tampoco conviene echar en saco roto el exceso de ditirambos que se han vertido sobre los jugadores españoles. Dani Ceballos y Fabián, especialmente, han sido perfumados sin solución de continuidad. Lo cual no quiere decir que sus actuaciones no debieran ser destacadas. Pero creo que hubiera bastado premiarlos con tres adjetivos. Que es lo que hubiera recomendado Juan Ramón Jiménez: ganador en su día del Premio Nobel de Literatura.

Reconozco los méritos del bloque español. Y me ha llamado la atención Dani Olmo. Tal vez porque no lo conocía. De Oyarzabal me sigue cautivando la facilidad que tiene para adaptarse a la misión concreta que le encomiendan sus técnicos. Jugadores así, valen un Potosí. Y perdonen el pareado. De Fornals, desde que jugaba en el Málaga, siempre tuve la mejor impresión. Aunque la última temporada en el Villarreal, debido al gilifútbol practicado por el equipo castellonense, su rendimiento no estuvo acorde con su categoría.

En fin, que ardo en deseos de ver la final contra Alemania. Prueba más dura que el pedernal. Y es que los jugadores alemanes, además de la calidad que atesoran, hacen de la tenacidad virtud. Así que nunca dan un partido por perdido. Frente a una selección compuesta por futbolistas tan persistentes, tan poco dados a doblar la rodilla, es necesario que funcione el conjunto español. Y aún más: es imprescindible que Ceballos y Fabián rindan en la misma medida en la que han sido ensalzados...










jueves, 27 de junio de 2019

Arbitrariedad y derroche de dinero


En vista de que la playa de El Chorrillo sigue sin contar con los servicios indispensables para quienes la frecuentamos, hoy decidí mudarme a esa otra conocida como La Ribera. Y acerté plenamente. Pues en ella descubrí una ducha situada junto a un restaurante de cuyo nombre no me acuerdo. Todo un lujo para cualquier bañista. Así me lo dijo un conocido que suele veranear todos los años en ese lugar, mientras no cesaba de fortalecer sus músculos en los aparatos situados en esa especie de gimnasio al aire libre que allí existe.

Mi conocido me puso al tanto de que esa era la única ducha que había en la playa. Y dejó caer que era la playa favorita de Juan Vivas. Así que, como quien no quiere la cosa, le pregunté si nuestro alcalde vivía en algún edificio cercano a La Ribera. Mi interlocutor, que sigue siendo un tipo avispado, tardó nada y menos en contestarme de tal guisa: "Seguro que esta noche volverás a zurrarle la badana. Y yo volveré a pensar que la tienes tomada con él". 

Mi interlocutor quedó en ademán de mostrar interés por lo que yo pudiera contestarle... Y, claro, defraudarle no habría sido ni justo ni apropiado. Y lo primero que se me ocurrió es hablar por boca de ganso: "El ideal sería escribir en estado de convalecencia, de inocencia. Sin rencores, sin resentimientos, sin sarcasmos. Aun cuando se habla de lo que quisiéramos presentar como odioso, es necesario que el estilo aparezca ecuánime; que no se exceda en las efusiones con el amigo y, ante todo, que no se desmadre en golpear al enemigo". Y te juro que lo intento con nuestro alcalde...

AT, que así se llama el hombre de la playa, votante del PP y cuya fe en Vivas es palpable, por más que éste lo ponga a prueba cada dos por tres, tomando decisiones que su corazón no entiende, reconoce que  él tiene la impresión de que nuestro alcalde es menos del PP que pudiera serlo Manuel Hernández Peinado, secretario general de los socialistas. Y también entiende como una arbitrariedad la designación de siete viceconsejeros y diecisiete directores generales. Derroche de dinero en una ciudad donde el riesgo de pobreza y exclusión social aumenta a cada paso.

Frase

Los intereses personales son perniciosos e injustos en política, ya pertenezcan a Agamenón, ya a su porquero (Antonio Gala).









miércoles, 26 de junio de 2019

Complejo de no haber sido futbolista profesional


Hace dos días, es decir, el 24 de un junio que está ya dando las boqueadas con altas temperaturas que nos tienen acollonados, y bajo el título de Debate permanente, opiné sobre los entrenadores que alcanzan éxitos y fama sin haber jugado nunca al fútbol como profesionales. Y terminé mi parecer comparando la situación de Fernando Hierro en el Mundial de Rusia con la de Robert Moreno en la próxima Copa de Europa de selecciones nacionales. 

Creánme que no hubiera insistido en tan manido asunto de no haberse publicado unas declaraciones del actual seleccionador, dando cuenta de los sitios en los que ha trabajado antes de ser requerido por Luis Enrique como ayudante. Quedamos enterados, pues, de que ha prestado servicio como guardia de seguridad en una gasolinera. Que ha sido dependiente en El Corte Inglés y administrativo en la Caixa. Todo ello adornado con una carrera en Comercio Internacional.

La entrevista iba de maravilla. Hasta que le preguntaron si había jugado al fútbol como profesional. Y el seleccionador mordió el anzuelo como muchos otros técnicos antes que él. Se le ocurrió decir que había jugado en El Florida: un equipo de Hospitalet, entrenado por su padre. Que jugaba de central. Y que no era muy bueno. Con lo fácil que le hubiera sido decir que no. Puesto que está demostrado, y lo hemos repetido hasta la saciedad, que ni hace falta ser una estrella ni tampoco haber jugado al fútbol para dar la talla como técnico.

Pero Robert Moreno demostró que aún no se ha quitado de encima ese complejo que habita entre los entrenadores que nunca fueron profesionales del deporte rey. Un sentido de inferioridad que irá superando a medida que vaya logrando triunfos que le permitan no estar pendiente de lo que piensan los jugadore sobre él. Aunque el técnico catalán cuenta con la ventaja de haberse hecho notar durante muchos meses a la vera de Luis Enrique.

Vicente del Bosque, cuando le han preguntado al respecto, se ha manifestado así: "No hace falta ser una estrella para ser un buen entrenador. Nunca existe una relación directa entre lo bueno que eres como futbolista a cómo lo haces en el banquillo". Eso sí, ha dejado muy claro que el camino se le irá allanando si los resultados son favorables. Verdad que no necesita demostración. 

Los jugadores de fútbol, cuando los resultados son negativos o bien no juegan cuanto quisieran, lo primero que hacen es propalar entre bastidores que el entrenador no les comprende, debido a que no ha sido profesional de la cosa. Forma de proceder que es más frecuente a medida que los equipos son de más nivel. No tengo la menor duda de que Robert Moreno sabe que eso es así. Por lo que debería cuanto antes no hablar más del Florida ni de ningún otro equipo de barrio.

























martes, 25 de junio de 2019

Charla con un socialista de toda la vida

De vez en cuando suelo cruzarme con un socialista de toda la vida. A quien conocí hace la friolera de 37 años. Cuando Felipe González ganó las elecciones generales y Francisco Fráiz logró ser alcalde de Ceuta. Nos presentaron en 1982 y ambos tuvimos la impresión de que nunca llegaríamos a entendernos. Fue darnos la mano y apreciar ambos que no estábamos destinados a caernos bien. Sigo sin entender lo que nos ocurrió.

Ahora bien, sí me atrevo a decir por qué, de algún tiempo a esta parte, nos ponemos a chamullar en cuanto nos vemos. Yo he valorado en él su capacidad para mantener sus ideas intactas y fidelidad a las siglas de su partido. Comportamiento que me invita a pensar que está capacitado para dar clases a quienes se cambian de chaqueta con una facilidad pasmosa. En cuanto concierne a él, creo que se habrá percatado de que yo no soy muy dado a dorarle la píldora a quienes mandan. 

Sea lo que fuere, la realidad es que hoy hemos tenido la oportunidad de charlar sobre algo que no ha gustado ni mijita a los socialistas de verdad. A los que han sido capaces de mantener el tipo cuando las aguas bajaban turbias. Y, claro es, no ha tenido el menor inconveniente en darme su opinión acerca de esas relaciones de una parte del PSOE de Ceuta con el gobierno presidido por Vivas. Mientras que Pedro Sánchez está siendo ninguneado por Pablo Casado.

El veterano socialista, depositando en mí la misma confianza que yo en él, me ha puesto al tanto de la posible componenda que ha facilitado que Juan Vivas esté gobernando con la única oposición de VOX. Una solución de la que, como ustedes comprenderán, no diré ni pío. Por causas obvias. Y yo me pregunto: ¿cuánto durará ese arreglo tan imperfecto del asunto?  ¿Será posible que el secretario general del PSOE de Ceuta soporte cuatro años diciendo a todo que sí? ¡Uf!

Imaginen ustedes que el PP sigue negándose a facilitar -con su abstención- la investidura de Pedro Sánchez. Y que éste se ve obligado a pactar con Unidas Podemos, los independentistas catalanes y Bildu. ¿Cómo reaccionaria, por ejemplo, ante las críticas acérrimas del PP, la delegada del Gobierno de Ceuta y Manuel Hernández, secretario general de los socialistas? ¿Darían la callada por respuesta?  ¿Sería Juan Vivas bien visto en el Palació de la Moncloa?

Mucho me temo que fuera la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, la encargada de viajar nuevamente a Ceuta para poner las cosas en su sitio. Lo cierto es que el gobierno presidido por Vivas está abocado a pasar el quirinal. Así que ya se admiten apuestas: ¿cuánto tiempo durará? Lo que tarde alguien inteligente en poner a funcionar el tarro... Es la repuesta que me da el veterano socialista.   











 






  










lunes, 24 de junio de 2019

Debate permanente


Haber sido un gran jugador no lleva aparejado ser buen entrenador. Muchos han fracasado en esa tarea y otros ni siquiera lo intentaron. Sabedores de que no estaban capacitados para ejercer una profesión tan difícil como compleja. En cambio, los ha habido -y los hay- que nunca vieron un balón ni en pintura y han triunfado clamorosamente en el llamado deporte rey. Verbigracia: José Mourinho, Arrigo Sacchi, Gregorio Manzano, Lorenzo Serra Ferrer... 

Todos ellos, cuando han sido preguntados al respecto, han respondido, más o menos, que jugaron como juveniles o como aficionados... Pero que tuvieron que dejarlo por lesión o por cualquier otra excusa. Cuando les hubiera sido más fácil reconocer que jamás reunieron las cualidades necesarias para ser profesionales del balompié. Es decir, para figurar en la nómina de cualesquiera clubes participantes en categorías nacionales. Tal vez porque reconocerlo lo consideraban demérito. 

Tales entrenadores ni siquiera se atrevían a golpear el esférico. Puesto que se exponían a ser motivo de risa de sus jugadores o a darse una costalada de mucho cuidado. Ridiculez por la que no estaban dispuestos a pasar. Los éxitos de algunos de ellos, como los ya reseñados en el primer párrafo, han servido para que sus futbolistas no dijeran ni pío. Eso sí, en cuanto las cosas se torcían y llegaban las derrotas, los jugadores decían -y dicen- de ellos que el no haber sido futbolista mermaba sus conocimientos en todos los sentidos. 

Uno siempre se ha mostrado partidario de que sea entrenador cualquiera que reúna condiciones, gane partidos y le paguen por su trabajo. Así que nunca denuncié a nadie que estuviera ejerciendo el cargo sin estar en posesión de la licencia correspondiente. Pues asumí muy pronto que el título de entrenador no proporciona ningún tipo de saber especial. Aunque entiendo que sea una profesión colegiada.

En fin, permítanme que termine con el siguiente ejemplo: Fernando Hierro ha sido uno de los más grandes jugadores españoles de los últimos tiempos. En el Mundial de Rusia se le presentó la oportunidad de dirigir a la Selección Española. Y la cosa acabó como el rosario de la aurora. ¿Que pasaría si acaso la nominada como La Roja fuera capaz de proclamarse Campeona de Europa con Robert Moreno al frente del combinado?  He aquí un debate permanente.







 





domingo, 23 de junio de 2019

La Fiesta de San Juan


Escribo estas líneas cuando faltan tres horas para que entren en ebullición quienes gustan de celebrar la Fiesta de San Juan. Noche de hogueras y de fuegos artificiales en todas las playas de una España que conmemora el nombre de El Bautista. Y, naturalmente, de todos los que se llaman Juan. Nombre de origen hebreo que significa 'el misericordioso'.

Como doy por hecho que nuestro alcalde -felicidades- gratificará con su presencia a la nutrida concurrencia que se dará cita en nuestro Litoral Mediterráneo, creo que le vendría muy bien cumplir con uno de los once ritos que manda la tradición pagana para obtener un deseo. Yo le recomendaría el que más tirón tiene en las Islas Baleares: escribir lo que desea en un papel y quemarlo en la hoguera... dando tres saltos.

Hasta el más lerdo sabe que el mayor anhelo de Juan Vivas consiste en cumplir sus cuatro años como primera autoridad de la ciudad. Tarea titánica. Por más que los socialistas le hayan prometido lealtad a raudales. Pero nuestro alcalde conoce, sobradamente, la importancia que tiene la mentira entre políticos. Así que bien haría en encomendarse, mediante la quema del papelito peticionario en el fuego, a San Juan Bautista. Por lo que pueda pasar...

Sí, ya sé que Juan Vivas es capaz de sortear más obstáculos que las grullas viajeras. Pues muestras evidentes ha dado, durante muchos años, de sobrevivir a todo: a lobos, jabalíes y cazadores furtivos. Pero día llegará en que ser astuto, muñidor y perseverante no le sea suficiente para seguir habitando en la cresta de la ola. Máxime cuando nunca antes había estado tan expuesto al capricho de la mar.

Al capricho de la mar vive expuesta, sin duda alguna, Mabel Deu: cuyo poder a la vera de Juan Vivas ha ido subiendo como la espuma. Hasta el punto de ser ahora mismo la consejera que corta el bacalao en el recién nombrado gobierno por parte de su mentor. Su poderío es indiscutible. Acumula cargos como yo coleccionaba cromos de futbolistas cuando niño.

Mabel Deu, a quien siempre traté con el debido respeto, y hasta le hice alguna que otra columna perfumada, decidió un día retirarme la palabra. Como si quien escribe fuera un bicho raro al cual convenía evitar. Sin percatarse -señora de tan bien pensar- de que su forma de proceder no me afectaba lo más mínimo. Por lo que no tengo el menor inconveniente en desearle que su carrera política, ya de por sí destacada, siga progresando. O sea.



  









 




sábado, 22 de junio de 2019

Pregunta que no venía a cuento


Alguien me pregunta si yo me siento gaditano. Y me hago el longui durante el tiempo justo para que crea que no le quiero contestar a algo que no venía a cuento en ese momento. Pues estábamos hablando de otras cuestiones que nada tenían que ver con el lugar de nacimiento. Pero antes de que reaccione mi interlocutor, le recuerdo que yo nací en El Puerto de Santa María. Y, lógicamente, la capital gaditana está almacenada en las alacenas de mi niñez. 

Mi relación con Cádiz comienza callejeando la ciudad con una tía mía que veía la Tacita de Plata con ojos gozosos. De Cádiz le gustaba todo y a mí solía embeberme en el decir de sus descubrimientos. Con ella aprendí a sentirme gaditano, aunque debo confesar que sin su presencia menguaba mi pasión. Y aún no sé los motivos por los que se producía ese cambio.

Mis idas a Cádiz eran casi siempre viajando en el vaporcito de El Puerto. Embarcarme en uno de los Adriano me agradaba sobremanera. Incluso cuando soplaba viento de levante y al llegar a la barra el barquito se movía de lo lindo. Aún recuerdo a Pepe, -más conocido como Pepe el gallego-: dueño y patrón de la nave. Atento siempre con el personal que iba a bordo.

Tuve la suerte de ver jugar al Cádiz en Mirandilla y también presencié corridas de toros en la plaza que fue derruida hace ya bastantes años. Y es que los gaditanos, muy aficionados a la Fiesta Nacional por excelencia, se negaban a poner los pies en un recinto que había sido motivo de muchos dramas durante la guerra civil. De Mirandilla pasé al Estadio Ramón de Carranza. Y, si la memoria no me falla, el primer partido de Liga lo jugaron el titular y el Extremadura. Ambos figuraban en Segunda División. 

Corrían los años cincuenta y yo admiraba a futbolistas como Collar, Pilongo, Cuartango, Rubio, Liz... Veranear en Cádiz era sinónimo de comodidad. Los forasteron podían permitirse el lujo de prescindir del traje. Cosa que, por lo oído, no se podía hacer en San Sebastián y en otras partes de la España de entonces. La playa de la Victoria se llenaba, pues, de cordobeses y sevillanos. Y cuando apareció el Trofeo Carranza principió la locura.

En ese escenario vi a los mejores equipos del mundo. Me viene a la mente la noche en que Garrincha tuvo a Sanchis -padre- quince minutos entre las cuerdas. Hasta que éste, todo raza y velocidad, le tomó la medida y lo dejó sin fuelle y sin balón. Los trofeos eran una fiesta y los gaditanos tuvieron la oportunidad de darse a conocer tal y como son: alegres, divertidos, ingeniosos y convencidos de que en Cádiz hay que mamar...

Lo que traducido podría ser más o menos lo siguiente: todo lo hacemos bien y aquí hay arte para dar y tomar. Hipérbole de la que, posiblemente, abusan; pero verdad es que cuentan con motivos suficientes para exagerar hasta donde les salgan de los cataplines. Decido, tras mi larga perorata, tomarme un respiro. Aprovechado por mi interlocutor para decirme que tengo todas las trazas de ser un Gadita.- Gaditano castizo, popular, amante de las cosas de su tierra.  Y le digo que Santa Lucía le conserve la vista...  Pues de serlo, me gustarían, entre otras cosas, todas las fiestas populares. Y no es mi caso.







viernes, 21 de junio de 2019

Estímulos de la memoria


Suele suceder que la memoria se aviva en ocasiones escuchando una canción, leyendo un recorte de periódico del año de la nana, que uno descubre haciendo limpieza de cajones; o en una conversación donde sale a relucir cualquier hecho que llevaba ya la tira de tiempo ocupando un espacio en la buhardilla de los olvidos. Y así podría ir enumerando estímulos capaces de obrar el milagro de recordar situaciones vividas como si se hubieran producido recientemente.

El fichaje de Marcos Llorente por el Atlético de Madrid ha propiciado que se hable mucho de su abuelo: Ramón Moreno Grosso. Más conocido como Grosso. Y a mí, con una celeridad pasmosa, su nombre me ha trasladado a Cuenca. Corría la temporada 1963-64. En la ciudad había un ambiente futbolístico extraordinario. Yo formaba parte del primer equipo de esa tierra. Tan fría como acogedora. De modo que en el campo de la Fuensanta si te parabas corrías el riego de convertirte en una estatua de hielo. 

El grupo castellano-manchego estaba formado por equipos como Plus Ultra, Rayo Vallecano, Guadalajara, Leganés, Toledo, Talavera, Leganés, Ávila, Segoviana, Getafe... El cinco de enero de 1964, cito de memoria, el Plus Ultra era nuestro rival. El Estadio municipal de La Fuensanta estaba abarrotado. Incluso no cabía un alfiler en la llamada grada de la pulmonía. 

El filial del Madrid era un equipazo. Si bien destacaban dos jugadores por encima de los demás. Monroy -medio volante de considerable estatura, inmejorable condición física y técnicamente bueno. Y sobre todo Grosso. Delantero centro con regate, desmarques, velocidad y gol. En nuestro equipo había dos jugadores formidables. Eran hermanos. Nacidos en Badajoz.  Y conocidos como Baez I y Baez II

El árbitro de aquel partido se llamaba Antonio Camacho. Procedía del colegio castellano y había sido portero muy destacado en equipos como el Cacereño, Xerez, Club Deportivo, San Fernando, Atlético de Madrid, Leganés... La carrera de Camacho, como árbitro, fue meteórica. Carrera que se fue a pique cuando se enfrentó a José Plaza, presidente del Comité Nacional de Árbitros. Mi amistad con AC comenzó en Madrid. Año 1960. Pues ambos formábamos parte de una tertulia en 'Casa El Bibi'. Y también de la correspondiente al Bar Club. Frente a los billares del pasaje de la Victoria.

El partido Unión Balompédica Conquense-Plus Ultra acabó con empate a cero. Y Grosso, que fue cedido esa semana al Atlético de Madrid, debutó el 12 de enero con el equipo rojiblanco. Es decir, que pasó en pocos días de jugar en Tercera División (categoría donde los equipos eran tan fuertes como rudimentarios eran los medios con los que contaban. Pues los terrenos de juego eran de tierra y casi siempre estaban duros como el perdernal o embarrados) a verse en el Metropolitano como titular ante el Murcia. Marcando un gol de chilena cuando el partido expiraba y los rojiblanco se veían amenazados por el descenso. 

Grosso, tras su breve y exitoso paso por el Atlético, regresó al Madrid. Y, en vista del vacío que había dejado la baja de Alfredo Di Stefáno, se vio obligado a convertirse en delantero falso o flotante, cuando lo que había sido hasta entonces era un delantero de área. Con el fin de que el sistema táctico del conjunto blanco, que tan buenos resultados le había dado a Miguel Muñoz, no se resintiera.  Y a fe que el abuelo de Marcos Llorente lo hizo de maravilla.

La clave fue que ejerció su cometido con sus cualidades. Que no eran, precisamente, las que atesoraba la 'Saeta Rubia'. Prueba evidente de que Grosso era un futbolista inteligente. Y no un correcaminos como decían los más listos de la clase periodística. Aunque tampoco está  de más que haga la siguiente aclaración: RG, desconfiando a veces de su poca precisión en los pases, debido a la velocidad que los jugadores de aquel Madrid se movían,  en ocasiones recurría a la conducción del balón para ponerlo a los pies del compañero.  Y, claro, hubo quien lo tildó de cartero...  






jueves, 20 de junio de 2019

Vivas es capaz de juntar el aceite con el agua


Quien escribe, y sin ánimo de presumir, lo anticipó hace ya varios años: día llegará en que nuestro alcalde logre juntar el aceite con el agua. Por estar dotado de un doble imán. De ahí que a su toma de posesión haya asistido la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo. La cual, emocionada por el discurso de Vivas, ha estado a punto de gritar tres ¡hurras!... Aunque todo ha quedado en una exclamación de ¡bravo! por lo bajini. Algo de valor incuestionable. La verdad sea dicha.

Lo que no sé aún es si Pablo Casado ha enviado un parte médico como prueba evidente de que le era imposible estar a la vera de su admirado Vivas en un acto tan importante. De no ser así, la ausencia del presidente del Partido Popular invita a pensar en que Vivas ha dejado de estar bien visto en la sede de la calle Génova. Porque dan por hecho que éste ya no se siente ligado a los populares.

Decisión que a mí no me ha causado extrañeza alguna. Pues era una posibilidad que se veía venir. Máxime cuando el ser socialista de Vivas, durante sus años mozo, parece ser que ha renacido en sus interiores con tanta fuerza como para unirse en comunión con la delegada del Gobierno, Salvadora Mateo, 'Ory' para los amigos, y con Manuel Hernández Peinado (secretario general). Eso sí, todo por el bien de Ceuta. Que conste en acta.

Por el bien de Ceuta, tras 18 años rigiendo los destinos de esta ciudad, el discurso de Juan Vivas parece calcado de cuanto ha dicho VOX durante la campaña electoral. Si bien, como es lógico, sosegadamente y poniendo cara de bueno y, cómo no, de estar en posesión de un carácter jovial. A fin de deleitar a los asistentes que acudieron a su toma de posesión

Si bien nuestro alcalde sigue olvidando que lleva la friolera de 18 años gobernando. Tiempo más que suficiente para haber solucionado gran parte de los problemas que acucian a Ceuta. Y que no fue capaz de lograr visitando a Mariano Rajoy en el Palacio de la Moncloa ni a los correspondientes ministros del Gobierno de su partido. Eso sí, nunca cesó de airear que todos ellos llevaban a esta tierra metida en su corazón.  Y bla, bla, bla...

Ojalá que Pedro Sánchez sea más generoso en todos los sentidos con esta ciudad. De no serlo, y cuanto antes, ese pacto no escrito -entre PP y PSOE de Ceuta- pero sí presagiado sería contraproducente para los dos partidos. A partir de ahora comienza la cuenta atrás. Sí, ya sé que Pablo Casado está en Bruselas. Pero bien podía haber enviado a la toma de posesión de Vivas a unos de sus satélites. Verbigracia: Teodoro García Egea. Secretario general de los populares.




miércoles, 19 de junio de 2019

Opiniones futbolísticas


La importancia del mediocentro

Todos los entrenadores conocidos por mí, que no fueron pocos, en los llamados 'felices sesenta', cuando se hablaba de hacer un equipo competitivo, siempre decían lo mismo: "Si logro que me fichen una buena línea media, el éxito del equipo está asegurado". Y sobre todo suspiraban por conseguir un mediocentro de categoría. El mediocentro, también llamado escudo de la defensa, ya venía precedido de fama por su abnegada misión cuando se jugaba bajo el sistema clásico 2-3-5 y 3-2-5.

Grandes conversadores de fútbol y ojeadores como José Sánchez Pérez, más conocido como Trompi -ídolo en Granada- Ventura Martínez, Julio Martialay, Manuel Fernández Valderrama -todo un personaje de leyenda, tanto en Granada como en Madrid-, andaban siempre a la búsqueda de ese jugador capaz de sobresalir en esa demarcación. Tarea que les obligaba a ver muchos partidos de fútbol en aquel Madrid de los años sesenta

Hoy me he acordado de los técnicos y ojeadores mencionados, debido a la situación por la que está pasando Marcos Llorente. Porque tengo la certeza, por más que el fútbol haya evolucionado muchísimo, que sería un jugador celebrado por ellos. No me extraña, pues, que el Atlético de Madrid esté deseando hacerse con sus servicios. Por ser un mediocentro de categoría. Y, claro, Simeone está convencido de que, si lo consigue, su equipo será mejor. 

El fútbol televisado

A veces me preguntan por qué no voy al Murube cuando juega la Agrupación Deportiva Ceuta. Y a quienes  desean saber al respecto, les digo que prefiero estar en casa, cómodamente sentado en un sillón, y sin que nadie distraiga mi atención de cuanto acontece viendo al Madrid o a cualquier otro equipo que me interese.

Eso sí, también les digo que el fútbol televisado no me llena. En principio, porque los narradores siguen aferrados a los viejos recursos de la efusividad verbal, esforzándose, como bien decía el maestro Delibes, por traducirnos en palabras lo que estamos viendo con nuestros propios ojos.  Es decir, que hablan demasiado. Convencidos de que aún están en la radio.

Tampoco es de mi agrado ver cómo las cámaras nos dan una versión especial de este espectáculo: la suya. Que privilegia unos lances del juego en prejuicio de otros; que da protagonismo a unos jugadores más que a otros. Tampoco descubro la pólvora si digo que hay unos tipos de jugadores y unos estilos de juego más telegénicos. De lo cual deduzco que, gracias a este medio, algunos jugadores han tenido más facilidades para triunfar que otros.





















martes, 18 de junio de 2019

Mi primer día de playa


Hoy me he bañado en El Chorrillo. Ha sido, pues, mi primer día de playa. A la cual acudo de buen grado y desde hace ya mucho tiempo. Alguien me recuerda, nada más verme, que este año he adelantado mi veraneo. Quien se dirige a mí suele merodear por la zona durante todas las estaciones.  Y, claro, no se le escapa detalle alguno. Es persona agradable y no tengo ningún inconveniente en decirle que sí. Y hasta, haciendo un alarde de memoria, le pongo fecha al primer baño de la temporada pasada: nueve de julio.

-¡Menuda memoria tiene usted!... 

Podría haberle dicho a mi interlocutor lo que se decía cuando alguien presumía de tener esa capacidad. Pero pronto caí en la cuenta de que no recordar es muy doloroso. Y eché mano de una locución adverbial muy andaluza: decidí comenzar mi veraneo cuando "entró mi cuerpo en caja". El hombre permaneció en silencio. Casi en posición de firme. Sin saber a qué atenerse. Así que decidí traducirle la frase: la temporada pasada vine a la playa tras recobrar la tranquilidad después de un susto.

-¡Coño! -fue la interjección que salió de la boca del hombre-. Y allá que le dejé, tras despedirme de él, para adentrarme en las aguas de una playa que a mí me agrada sobremanera pero que está invalidada para competir con esas otras de arena fina, repleta de yodo y aguas minerales. Y sobre todo mimadas por sus respectivos municipios. La temporada pasada, en varias ocasiones, no pocas personas me pidieron que denunciara la poca limpieza que había en los vestuarios. Y la escasez de agua en las duchas, cada dos por tres.

Hoy -aunque sé que el verano entra de manera oficial con el solsticio del viernes 21, cuando la tarde comienza a decrecer- he visto que las duchas no están puestas ni tampoco las casetas donde cambiarse. Y que prima la suciedad en la playa. Menos mal que las sombrillas están en su sitio. Mentiría si no dijera que mi primer pensamiento ha sido pensar mal. Es decir, creer que el gobierno local, ante las dudas de si seguiría o no en el poder, prefirió olvidarse del asunto. O sea, el que venga detrás que arree.  

En fin, aun sabiendo que mis quejas no surtirán efecto alguno. Creo que tengo derecho, como ciudadano que lleva casi cuarenta años residiendo en Ceuta,  a denunciar las pésimas condiciones en las que se halla una playa céntrica; cuyo único atractivo se basa en mantenerla tan limpia como bien surtida de casetas y duchas. Faltan tres días para que el verano se haga oficial. Y no hay el menor indicio de que el adecentamiento se  vaya a producir

 









 

lunes, 17 de junio de 2019

El ¡ay! de Vivas será permanente


Gobernar durante cuatro años con nueve diputados se me antoja misión muy difícil. Por más que al frente de esa minoría esté Juan Vivas. Político curtido en mil batallas, más cumplido que un luto y maestro en el arte de hacerle la jarrita de plata al más listo de la clase. No olviden que la mentira es un requisito indispensable en la politíca activa. Hasta el punto de que los profesionales han de ensayarla diariamente. ¡Y pobre del que no consiga hacerse con un master en tal saber!

Nuestro alcalde, que no tiene un pelo de tonto, supo además presentarse en escena como si fuera la persona más buena y humilde..., existente sobre la tierra. Pronto se ganó la simpatía y afecto casi generalizado. Así que le llovieron las mayorías absolutas. Éxitos que lo pusieron en disposición de capear muchas dificultades como primera autoridad de esta ciudad. Problemas por los que hubiera sucumbido cualquier otro en su lugar.

Vivas nunca vio peligrar su poltrona. Y fue creciendo en confianza y poderío. Sin percatarse de que su enorme popularidad iba decreciendo a paso lento pero palpable para quienes íbamos escuchando por la calle lo que se decía sobre él. En las dos últimas elecciones le fue viendo las orejas al lobo. Aunque nunca sospechó verse abocado a un desastre como bien pudo darse el 26-M. Del que salió ileso gracias a VOX. Aunque lo dicho les parezca una contradicción.

VOX ha ayudado, sin querer, a que Vivas siga siendo alcalde. La campaña hecha por la formación liderada por Abascal, tan exitosa como excesiva en muchos de sus postulados, le sirvió al presidente del PP de Ceuta para hacerse el ofendido. Y sobre todo para propalar que VOX podía propiciar enfrentamientos entre ciudadanos. Sabiendo de antemano que iba a contar con el beneplácito del PSOE de Ceuta. Gracias a Manuel Hernández: candidato educado y que parece que no ha roto un plato en su vida.

Ahora bien, gobernar en minoría, durante cuatro años, mantendrá a Vivas en un ¡ay! permanente. Porque en política lo blanco pasa a ser negro, y viceversa, en menos que canta un gallo. Así que a VOX le toca ir jugando sus cartas con sentido común. Aunque atento siempre a cuantas acciones del gobierno sean motivos de denuncia. Fiscalización que merecen sus votantes. De no ser así, VOX estaría abocado a desaparecer en Ceuta con la misma fuerza con la que ha irrumpido. Las cosas claras y el chocolate espeso...

























domingo, 16 de junio de 2019

Imbroda y Vivas: fin de un dúo político


Visitar Sevilla es siempre un recreo para la vista. A pesar de que los días de noviembre son los menos adecuados para recorrer sus calles y perderse por algunas de sus recoletas plazuelas. Hay tristeza en el ambiente: el taxista que me lleva al Club Antares me dice que se debe a que la gente está tiesa. Que se ha gastado el dinero en los libros de los niños y que está guardando para las fiestas navideñas. Y yo le concedo mucha importancia a la información del taxista: sobre todo porque habla teniendo en cuenta la caja que hace cada día. El taxista remata su revolera de tal guisa: "Menos mal que el sábado le ganará el Sevilla al Betis y también uno se alimenta de ello". 

En el Club Antares, sin embargo -ese diecinueve de noviembre de 2005-, la sala de actos estaba a tente bonete. Llena por completo. Debido a la expectación que habían despertado Juan Jesús Vivas Lara y Juan José Imbroda. Presidentes de Ceuta y Melilla y conferenciantes muy esperados. El primero actuaba por tercera vez en plaza tan importante; el segundo tuvo que subir desmonterado al escenario de respeto, donde estaba el atril. Por ser debutante en el club. En el cual reinaba un ambiente extraordinario. Javier Arenas, jefe de ceremonia, no cesaba de saludar a tan destacado público. 

Juan Vivas decidió contar una historia de Ceuta. Una historia escrita por otras personas. Y lo fue haciendo con la seguridad que proporciona haberla leído muchas veces hasta conseguir memorizarla. Y a fe que lo hizo con ese regusto que tienen las cosas bien contadas. Con dominio de la oratoria, sonriente mientras hablaba, gesticulando lo justo con los brazos. Cierto es que le sobraron algunos tópicos. Los cuales quedaron minimizados por su don de gentes. Su discurso fue premiado con largueza sevillana.

Después de la actuación de Vivas, bastante hizo Imbroda con estar aseado. Es decir, salió del compromiso como buenamente pudo. Con una faena de aliño que recibió palmitas. Fue la primera vez que yo vi de cerca al presidente de Melilla. Y no aprecié en él nada destacable como para haberle augurado que iba a permanecer diecinueve años en el cargo. Su final, eso sí, no era previsible ni siquiera por él. Por lo que no me extraña que haya tenido una reacción tan violenta contra su sucesor. Comportamiento más propio de aquellos caciques de cuando gobernaba Cánovas.

Ahora bien, debo decir que la ira de Imbroda, por la pérdida del poder, me ha hecho pensar en que su amistad con Vivas y las reuniones frecuentes con éste, las aprovechaba el político melillense para influir en el presidente ceutí. Y no descarto que le escuchemos decir a Vivas que echará mucho de menos las reuniones de ambos en cualquier punto de la Costa del Sol. En vista de que Imbroda era su asesor más fiable. Políticos...



sábado, 15 de junio de 2019

Eden Hazard mostró prudencia e inteligencia


Si escribíste sobre la presentación de Jovic en el Bernabéu, ¿cuál es la razón por la que aún no has dicho ni mu de la concerniente a Eden Hazard, me pregunta un madridista fetén, quien dice estar ilusionado con el fichaje de la estrella belga. Le recuerdo a mi interlocutor que ya he opinado varias veces acerca del hasta hace nada futbolista del Chelsea, destacando siempre sus cualidades. A cuál más extraordinaria. Lo que le permite estar en posesión de una condición inmejorable para ser figura principalísima en el Madrid.

De no haber llamado Manolo Muñoz Aparicio, amigo de la niñez, mi atención al respecto, seguramente yo habría pasado por alto airear hoy la magnífica impresión que Eden Hazard me causó durante el acto de su presentación. Aunque no tengo la menor duda de que habría aprovechado otro momento para expresarla públicamente. Como jugador, debido a las muchísimas veces que le he visto actuar en la Premier League, sigo opinando que es un grande entre los más grandes del fútbol mundial.

Ahora bien, lo que yo no sabía es que también anidaba prudencia e inteligencia en su testa. O sea, que dio muestras evidentes de tener la cabeza en su sitio. Requisito imprescindible para afrontar los problemas que, sin duda alguna, le irán surgiendo durante su estancia en el Madrid. Club donde todo se magnífica, todo se analiza minuciosamente, y en el que se exige a los jugadores rendir al más alto nivel y a ganar sin solución de continuidad.

Eden Hazard, en el día de su presentación, amén de saber controlar la enorme alegría que tenía por el recibimiento del cual estaba siendo objeto en el Santiago Bernabeú, supo en todo momento transmitir la serenidad de quien sabe que ha sido fichado para que revolucione a un equipo que ha estado dando tumbos durante muchos meses. Camballadas inexplicables de una plantilla tan amplia como repleta de buenos futbolistas. Un equipo perdido en su laberinto físico, mental e indisciplinado.

El internacional belga, líder de una Selección de jugadores que giran alrededor de él, dio muestras evidentes, el día de su presentación en Madrid, de estar al tanto de cómo ha de guardarse muy bien de  molestar a los egos existentes en su nuevo equipo. Y hasta podría mencionar el nombre de quien ha sido su consejero. Por ser de dominio público. En fin, que la presentación fue tan exitosa como estimulante para quienes somos madridistas.

Madridista, de verdad, lo es mi amigo Manolo Muñoz, a quien le digo lo siguiente: no es lo mismo saber lo que es una cosa por sí sola, o lo que puede ser en combinación con otras; en adelante Zinedine Zidane no podrá contentarse con descomponer y separar; pues también hace prodigios el componer y reunir. He ahí el quid de la cuestión. Mi amigo, que es un gran lector, inmediatamente se acordó que eso podría haberlo dicho Jaime Balmes









viernes, 14 de junio de 2019

Periodismo y otras cosas

Es el título del artículo publicado hoy por la directora de El Faro de Ceuta, a quien conocí recién llegada al periódico decano, desde su Pamplona natal, con tanta juventud como ambiciones y por supuesto, como no podía ser de otra manera, con un desconocimiento absoluto de esta ciudad. Debo decir cuanto antes que hace ya muchos años que yo no cruzo palabra alguna con Carmen Echarri. Y también creo que tampoco me he dirigido a ella por escrito desde el año de la nana. Espero que no haya motivo alguno para hacerlo de manera desabrida. Si acaso fuera malinterpretado mi parecer.

La señora Echarri dice que el periodismo está en horas bajas. Y se hace la siguiente pregunta: ¿Qué es lo fácil, hacer periodismo sin ir a los sitios?  Y enumera una serie de hechos con los que argumenta su denuncia: "Ya no existen las entrevistas, ni desplazarse a las barriadas, ni acudir al origen de la información; ya no hay firmas, ya no hay opiniones, ya no hay inversiones en mejoras...". A la directora de El Faro de Ceuta hay que darle la razón. Claro que sí. Aunque a mí me importe ya un bledo y parte del otro cuanto concierne a una profesión que se ha ido devaluando a pasos agigantados.

Pero sería absurdo no aprovechar la ocasión que me ha brindado, periodista tan experta cual acreditada, para refrescarle la memoria. Aunque me van a perdonar que hable de mí por necesidad del guión correspondiente a la respuesta. Comencé a escribir en periódicos cuando principiaban los años noventa. No cabe la menor duda de que llegué tarde a una actividad que me cautivó desde el primer día. Tal era mi entusiasmo que me atrevía con todo los géneros periodísticos.

Publicaba una entrevista diaria, haciendo prevalecer la necesidad que había de ofrecerles esa oportunidad a quienes nunca la habían tenido; recorría las barriadas, como buen andariego que era,  buscando información para hacer la crónica correspondiente. Con el fin de que los vecinos pudieran expresar sus quejas o destacar las mejoras que estaban recibiendo por parte de las autoridades municipales.  Mis opiniones eran diarias. Así que, además de patearme la calle, eran incontables las horas que pasaba en la redacción. Amén de los enemigos que me iba generando.

Pues bien, tales actividades -alimentadas por el entusiasmo que generaba en mí escribir en periódicos-, más que alegrías y recompensas, me proporcionaban disgustos por parte de quienes llevaban muchos años limitándose a hacer un periodismo de sofá y mirando siempre el reloj para quitarse de en medio cuanto antes. Hasta el punto de que en ocasiones los nervios salían a relucir.

Pasado un tiempo, el editor me ofreció la oportunidad de hacerme con el carné de periodista por la llamada 'tercera vía'. Es decir, remitiendo a la organización designada -para ese menester- mis trabajos y la nómina que me acreditaba cual profesional. Y me negué rotundamente. Alegando que me sentía mejor presumiendo de ser autodidacto. Con todos los defectos y virtudes que el serlo lleva consigo.

Incluso no dudé en recordar a quienes alardeaban en la redacción de haber pasado por la universidad,  con una insistencia  rayana en la estupidez, que periodista es quien escribe, le publican lo escrito en los periódicos, cuenta con muchos lectores y le pagan por su trabajo. Los periódicos son necesarios. Pero también están necesitados de periodistas amantes de la profesión. Que sean capaces de dedicarles horas de trabajo e imaginación a la tarea de escribir. Y sobre todo que estén cerca de los políticos pero no revueltos con ellos.

Señora Echarri, como verá usted, no he tenido la menor duda en reconocer la mucha razón que tiene al decirnos que el periodismo está en horas bajas. Por no decir, me imagino, que su decadencia es evidente. Y me alegro de que lo haya expuesto en un periódico en el cual trabajamos juntos durante cierto tiempo. Cuando usted era una becaria, atiborrada de ilusiones y sobre todo con unos deseos enormes, tan evidentes como legítimos, de dirigir el periódico decano.

En ese tiempo, quien escribe se atrevía con todos los géneros periodísticos que usted echa de menos actualmente. No obstante, sigo recordando que nos llevábamos como el perro y el gato. Situación achacable, sin duda alguna, a su juventud. Divino tesoro al que conviene domeñar. Señora directora de El Faro de Ceuta, periódico decano, me alegra muchísimo que usted se haya dado cuenta de cómo se debe hacer periodismo. Y que lo haya aireado públicamente. Nunca es tarde...






 






















 

jueves, 13 de junio de 2019

Juan Bravo Baena: político de fuste


No hace falta que les diga que es el Consejero de Hacienda, Industria y Energía de la Junta de Andalucía. Pues su popularidad es ya más que notable. Mucho más -¡dónde va a parar!- que cuando llegó a Jaén, procedente de Palma de Mallorca, para jugar al fútbol sala, como portero, en el Jaén Paraíso Interior, equipo recién ascendido a Primera División. En 1997. 

Juan Bravo Baena arribó a Ceuta para ejercer como funcionario. No en vano es experto en Derecho Tributario y lucha contra el fraude fiscal. Es decir, Inspector de Hacienda... Un buen día le dio por afiliarse al Partido Popular. Y tardó nada y menos en ir en las listas como candidato al Congreso de los Diputados por Ceuta. Su debut fue de salida a hombros por la puerta grande de las elecciones.

Triunfo que alegró a sus amigos en la misma medida que hizo torcer el gesto de quienes vieron en él cualidades sobradas para aspirar a la presidencia del gobierno de Ceuta. De modo que la envidia, tan vilipendiada por Quevedo, surgió inmediatamente. A pesar de que les era imposible no reconocerle a JBB su formación académica, experiencia profesional y una sencillez natural que le permitía ganar adeptos con celeridad.

Así estaban las cosas en Ceuta, cuando a Juan Bravo Baena le propusieron ser Consejero de Hacienda, Industria y Energía de la Junta de Andalucía. Y no dudó en aceptar el cargo. Puesto relevante y preñado de dificultades. Desde entonces he seguido sus pasos... Bien leyendo lo que se escribía sobre él o se decía en los medios hablados. Y deduje que el mallorquín se estaba metiendo en el bolsillo a tirios y troyanos.

Juan Bravo (con la aprobación de los presupuestos andaluces, gracias a sus conversaciones con los dirigentes de VOX) se ha convertido en un político de fuste. Con esos acuerdos, además de haber salido del envite sin merma alguna, Bravo ha demostrado que se puede negociar con ese partido sin perder ni la compostura ni el tino. De ahí que la efusividad con que Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, abrazó a su compañero y Consejero de Hacienda, nada más producirse el ya reseñado acuerdo, siga siendo hecho muy destacado.











miércoles, 12 de junio de 2019

Presentaciones de futbolistas en el Madrid


El Madrid ha presentado hoy a uno de sus fichajes. Se trata de Luka Jovic. Delantero centro procedente del Eintrach Frankfurt. LJ tiene 21 años -¡menudo patrimonio!-, y ha marcado 21 goles en La Bundesliga. Eso es todo lo que sabía sobre el jugador serbio. Dado que nunca le he visto jugar.

Lo que sí hice, una vez más, fue enchufarme a Real Madrid Televisión para asistir a la ceremonia. La cual comienza con el preámbulo habitual: periodistas y colaboradores de la 'Casa Blanca' se convierten en glosadores de las glorias madridistas, y engordan el espectáculo haciendo hincapié y pedanteando.

A ninguno se le cae de la boca la obtención de las tres últimas Champions League. Logros que repiten continuamente. Tratando de minimizar la pésima temporada realizada por una plantilla en la que hubo algunos jugadores que hicieron de su capa un sayo. Tampoco faltan las loas a una directiva que pronto ha tomado las medidas para que no vuelva a producirse un nuevo desastre deportivo.

Luka Jovic, vestido para la ocasión y sentado en la primera fila del patio de butacas de la sala de prensa, mira fijamente a la pantalla donde van saliendo sus goles. Recogidos en un vídeo que habrá ido exhibiendo su representante para demostrar que el producto que vende es de muchísima calidad. Hay cosas que no cambian en la vida.

Florentino Pérez, sumo sacerdote del ritual, logra revestirlo de solemnidad... Aunque siempre diga lo mismo. Jovic habló lo justo. Su proceder espartano me invita a pensar que el Madrid ha fichado a un tipo que hace goles porque no le gusta perder el tiempo mirándose el ombligo. Ojalá que mi pensamiento se convierta en realidad

Eden Hazard será presentado mañana. Acontecimiento sonado. Pues pertenece a ese grupo reducido de estrellas mundiales. Lejos queda aquel declive que tuvo tras enfrentarse a Mourinho en el Chelsea. Ayer, jugando con la Selección de Bélgica, mostró sus cualidades. Exhibió un repertorio de acciones técnicas encaminadas a buscar al compañero mejor colocado para pasarle el balón en las mejores condiciones. Y con la idea permanente de buscar el marco contrario por el camino más corto.

También serán presentados, en su momento, otros jugadores; pero bien haría el Madrid en hacerse con los servicios de un central zurdo. Lo cual no deja de ser una necesidad. Parece mentira que un club tan grande no tenga cubierta esa demarcación con el futbolista adecuado. En fin, no hace falta ser muy listo para saber los problemas que le acarrea al equipo semejante despropósito.   





 


martes, 11 de junio de 2019

Juan Vivas es un liberal como la copa de un pino

La historia de las ideas políticas en el siglo XIX está dominada por el progreso del liberalismo en el conjunto del universo. El liberalismo triunfa en Europa occidental; se propaga en Alemania y en Italia, donde el movimiento liberal está ligado estrechamente al movimiento nacional... Pero no se asusten, por favor, que no les voy a dar un mitin sobre el liberalismo.

De los liberales se sigue diciendo que son, salvo excepciones, personas capaces de decirte lo que tú quieres escuchar y lo hacen con una maestría incuestionable. Por ejemplo: imagínese que llega usted a la consulta de un médico muy preocupado por sus kilos de más. Los cuales son visibles a la legua. Y el especialista le dice lo siguiente:

-No debe usted preocuparse excesivamente por su obesidad; tiene una gran salud. Usted es un gordo constitucional y no le conviene adelgazar excesivamente, aunque es posible que muchos médicos se lo aconsejen. El paciente no dudará en salir de la consulta henchido de gozo y propalando que su médico es culto y educado. Un liberal en toda regla. Una persona fuera de lo vulgar. Nuestro alcalde es maestro en esa forma de proceder.

Seguiré ahondando en la cuestión. Los liberales abogan por la libertad en todo. Incluso se jactan de que la prensa ha de ser libre y no controlada. Yo no creo que haya nadie en Ceuta que sea capaz de tachar a nuestro alcalde de no cumplir con ese precepto sagrado. Pruebas evidente hay de lo que digo. Y quien escribe sabe perfectamente de lo que habla.

Los liberales son generalmente hostiles a las aventuras guerreras. Pero estas tendencias pacifistas no excluyen en absoluto el culto a Napoleón (bajo cuyo signo se coloca oficialmente la monarquía de julio, con el retorno de las cenizas) ni a un chauvinismo que se manifiesta violentamente durante la crisis de 1840.  Nuestro alcalde -lo ha dicho en repetidas ocasiones- sigue siendo un admirador del Emperador Bonaparte.

Política religiosa. Los burgueses liberales nunca han dejado de mostrarse inclinados al anticlericalismo. No obstante, consideran a la Iglesia católica como un poder de orden, y su anticlericalismo no excluye un deísmo más o menos marcado. Lean, si no, a Béranger autor del Dieu des bonnes gens, en el que Dios aparece como un pequeño burgés complaciente e indulgente con los libertinajes.

Política social Los liberales consideran, como regla general, que ni al Estado ni a los patronos corresponde mejorar la suerte del obrero. El obrero es el principal responsable de su miseria, correspondiendo a la beneficiencia privada su remedio. Los liberales suelen aconsejar a sus hijos, en cuanto se les presenta la ocasión, así: procura llevarte bien con los ricos, pues no olvide que los pobres nada más que dan disgustos.

Los errores de nuestro alcalde han sido muchos. Pero nadie podrá acusarle de misoneísmo. Es decir, de oponerse a las evoluciones. Recién salido de la adolescencia, es decir, siendo ya mocito, hablaba de socialismo como un papagayo. O sea, compartía ideas con Juan Luis Aróstegui cuando ambos barzoneaban por la Plaza Vieja. Así que, con el paso de los años, no dudó en decirle a Fructuoso Miaja que él era más socialista que todos los que iban diariamente a la sede situada en la calle de Daoiz.

Poco tiempo después, aprovechó el momento adecuado para comprender que a su edad lo conveniente era darse de alta en el Partido Popular. Y lo hizo. De los resultados hay pruebas evidentes. Ahora, después de estar dieciocho años sentado en la poltrona, gracias a las siglas del PP, se ha dado cuenta de que volver a sus orígenes sería como recuperar parte de su juventud. Y a fe que el Partido Socialista de Ceuta está encantado con la evolución de un liberal de la categoría de nuestro alcalde.



España le gana a un rival menor


Una Selección repleta de jugadores fornidos que lo fían a todo a defenderse en bloque en su propio campo. Y lo hacen a pocos metros de la portería defendida magistralmente por su guardameta Olsen. Quien hizo tres paradas sensacionales en los primeros minutos. Los cuales fueron de dominio absoluto de la selección dirigida por Robert Moreno. Al cual se le ocurrió decir en la víspera del partido que Suecia era superior a España en estos momentos. Que Santa Lucía le conserve la vista al principal ayudante de Luis Enrique.

Los suecos trataron, como suelen hacerlo habitualmente, de no salir goleado cuando se enfrentan a selecciones superiores. Y España, por más que no sea, en estos momentos, nada del otro mundo, aún tiene mimbres suficientes para marcarle tres o cuatro goles al conjunto escandinavo. Repleto de futbolistas con mucha presencia pero torpes hasta la saciedad. Y además ingenuos: pues cometieron dos penaltis absurdos. El primero lo ejecutó Ramos con su acostumbrada suficiencia (63') Y el segundo, minuto 84, lo convirtió Morata en gol. Tras ofrecerle Ramos el lanzamiento. Sabedor de que era el momento idóneo para quedar bien... 

En la primera parte, y salvo el primer tercio del partido, la Selección Española no supo en ningún momento salvar el escollo defensivo montado por  el seleccionador Janne Andersson. La carencia de un delantero capaz de distraer la atención de los centrales escandinavos reducía las ocasiones de gol. Eso sí, los saques de esquina se sucedían sin solución de continuidad. Pero el juego por alto no era el más apropiado para batir a Olsen.

Jugaba España con cuatro defensas, dos mediocentros, dos interiores y dos extremos con libertad de movimientos. Pero ni los centros ni el juego interior propiciaban ocasiones de gol. Busquets, que no está para tirar cohetes, era ayudado por Parejo. Marco Asensio e Isco tenían libertad de movimientos. Pero casi siempre se iban de un sitio bueno a otro peor. Coincidiendo y estorbándose a menudo con Fabián y Rodrigo. Los cuales actuaban por el centro. En tanto que Carvajal se limitaba a centrar balones. Alba se dejó ver menos en ese aspecto.

En fin, que la Selección Española le ganó a un rival menor. El cual se limitó a cerrarse a cal y canto. Tal es así que Kepa apenas tuvo trabajo. Victoria tan justa como holgada del combinado español. Aunque su juego dejó muchas dudas. Así que habrá que verlo frente a rivales de más enjundia.


domingo, 9 de junio de 2019

Rafael Nadal merece sus éxitos


Rafael Nadal es el mejor deportista español de todos los tiempos. Es el espejo en el cual llevan mirándose los jóvenes desde que el manacorí comenzó a destacar en el mundo del tenis. Sus éxitos, que son innumerables, jamás se le han subido a la cabeza. Las lesiones nunca hicieron mella en su voluntad. Ni en ese espíritu de sacrificio tan fundamental para recuperarse y volver a competir con la máxima exigencia.

Ya escribió Camus que lo más difícil del éxito no es conseguirlo sino merecerlo. El arquetipo de esa definición es Nadal. Un tipo que realiza su trabajo con entrega absoluta, con esfuerzo inusitado, con sentido del deber. Y, por si fuera poco, el respeto por sus rivales le ha otorgado el afecto de ellos y la admiración a escala mundial.

Hay quien cree que el éxito te hace un 30 por ciento más estúpido. Y que el fracaso te ayuda a pensar quién eres, en qué fallaste. Y nos recuerda, además, que entre la vanidad y la estupidez hay una distancia muy fácil de saltar. Nadal es todo lo contrario: sus éxitos le han servido para saber que la realidad consiste en no ser excesivo en las manifestaciones victoriosas ni tampoco echarle la culpa al maestro armero en las derrotas.

La educación de Nadal sale a relucir en todo momento. Juega al tenis con un entusiasmo que invita a pensar a mucha gente que no domina su mente en los momentos cruciales.  Es decir, cuando el juego exige tener los interiores refrigerados. Craso error. Rafael Nadal ha vuelto a ganar Roland Garros. O sea, que ha sumado ya doce títulos en París. Casi nada. Enfrente ha tenido a un tenista veinteañero, llamado Dominic Thiem

DT es uno de los grandes tenistas del momento. Un austriaco que está llamado a mandar en el escalafón de su deporte. Rafael Nadal, el mejor deportista español de todos los tiempos, nos ha vuelto a dar otra alegría a quienes nunca hemos dejado de creer en él. Y desde luego nos permite seguir insistiendo: "Lo más difícil del éxito no es conseguirlo sino merecerlo". Por consiguiente, Nadal es el arquetipo de esa definición que se le atribuye a Camus.


sábado, 8 de junio de 2019

Respuesta a un amigo


Mi amigo AT, sabedor de que a mí no se me pegan las sábanas, me llamó por teléfono a las ocho y media de la mañana. Pues estaba deseando conocer los motivos que yo había tenido para no escribir siquiera unas líneas sobre el Islas Feroe-España. Así que no dudé en responderle que hube de armarme de paciencia para poder soportar un encuentro tedioso. Y también le dije que di algunas cabezadas durante el partido. Y que bastante hice con oponerme a la modorra que me estaba causando el juego, como para ponerme a opinar sobre él.

Islas Feroe es un combinado tan débil que impide valorar la victoria de sus rivales. Es más, yo creo que esa clase de partidos son contraproducentes para cualquier Selección que, como la de España, trata por todos los medios de reverdecer sus lauros. O sea, volver a dominar el fútbol mundial como no se cansaba de decir Juan Carlos Rivero: narrador de enfrentamiento tan desigual. Y qué decir de los comentaristas... Quienes no cesaban de destacar la actuación de los jugadores de La Roja porque estaban, según ellos, ganando un partido trampa.

Con La Roja, apodo de la Selección que se le atribuye a Luis Aragonés, y que no encaja con la forma de ser que tenía el técnico nacido en Hortaleza, jugaban ayer los futbolistas españoles más destacados que hay actualmente. Siendo Cazorla e Isco muy importantes para Luis Enrique y sus ayudantes. El primero, recuperado de lesiones graves y también de estados donde han imperado la moral decaída, ha formado parte del Villarreal: equipo que ha estado a punto de perder la categoría. El segundo ha sido suplente en el Madrid. Suplencia que se ganó con creces.

Así que flota en el ambiente la idea de que los técnicos de la Selección Española buscan formar un conjunto donde primen los hombres bajitos para implantar el estilo de juego conocido como tiqui-taca y que tanto añoran los que se consideran voces exquisitas del deporte rey. Sin caer en la cuenta de que semejante deseo puede estrellarse ante una realidad: el tiquitaca es cosa del pasado. Pues el fútbol, siempre ávído de mejoras, anda ya luciendo otras maneras.   

Lo cual no quiere decir que la Selección Española no vuelva a encandilar en cualquier momento, estimulada por el ambiente de un gran escenario y ante un adversario que le ayude a creer que está en la mejor disposición para ser como aquella poderosa que ganó varios títulos. Algo que puede suceder frente a Suecia en el Bernabéu. Si ese espejismo se produce -ante un combinado de medio pelo-, mucho me temo que sería perjudicial. Porque si bien el fútbol español está repleto de buenos jugadores extranjeros, la Selección carece de una figura principalísima. Y tampoco está sobrada de magníficos futbolistas.

Lo mejor de la Selección Española -ayer- fue, sin duda, la distribución racional de sus centrales: es decir, Sergio Ramos jugó en la demarcación derecha, por ser diestro, y Mario Hermoso -zurdo- lo hizo en el costado siniestro. A propósito: en el Madrid siguen sin enterarse de que necesitan un zaguero zurdo. AT, mi amigo, seguramente no estará de acuerdo con mi respuesta. Y está en su perfecto derecho. Pero que no olvide que fue él quien quiso saber por qué no había dicho yo ni pío acerca del partido Islas Feroe-España.










viernes, 7 de junio de 2019

Decadencia de Podemos


Un amigo mío, cuyo sentido del humor nos relaja a cuantos tenemos la suerte de frecuentarlo, emite su opinión cada vez que sale a la palestra la palabra progresista: "Generalmente lo es todo el mundo, pues nadie quiere volver a la lavativa y a la sangría, pero curiosamente ahora sólo quienes pertenecen a Unidos Podemos, o a Unidas Podemos, se creen en posesión de la verdad. 

De mi amigo me he acordado viendo y escuchando atentamente a Pablo Iglesias pidiendo a gritos canonjías, beneficios, prebendas... a Pedro Sánchez. Recordándole, a cada paso, que es de bien nacido ser agradecido. Y que debe acordarse de cuando Podemos puso sus diputados al servicio del voto de censura contra el Gobierno del Partido Popular. Es decir, que espera ser recompensado por los servicios prestados por darle matarile político a Mariano Rajoy.

Hace dos años, más o menos, hubiera sido inconcebible que alguien hubiese anticipado la decadencia de un partido que surgió amparado por una clase media que tomó la calle para protestar enérgicamente contra la crisis económica y la corrupción generalizada. Terreno abonado para cualquier partido comunista. Y a fe que Podemos logró su propósito.

Pues bien, quien escribe fue tildado, en febrero de 2017, de sentir aversión hacia Pablo Iglesias. Una solemne tontería. A la que respondí diciendo que a mi edad me daba igual ocho que ochenta... Aunque al día siguiente escribí, entre otras cosas, que a mí me daba en las pituitarias que Pablo Iglesias acabaría pegando un petardo como dirigente político.

Luego lo taché de cursi. Fue cuando Pablo Iglesias decidió rememorar el "beso fraternal" entre dos líderes comunistas de la Guerra Fría; Leonidas Breznev (URSS) y Erich Honecker (RDA). Escena que fue motivo de rechifla en Occidente. Ocurrió que Iglesias y Xavi Doménech, político catalán, decidieron darse un beso en la boca en el Congreso de los Diputados. Ante la sorpresa generalizada de los diputados.

La fotografía del 'beso fraternal' sirvió para que cundiera el cachondeo en Francia, Italia, Portugal, Inglaterra, Alemania y... hasta en "la Cochinchina". Desde entonces, y a los hechos me remito, Unidos Podemos fue a menos en todos los sentidos. El primero en abandonar el barco fue Xavi Doménech. A quien el beso en la boca con Pablo Iglesias, según lo visto, le sentó como un tiro. En fin, que da grima ver de qué manera el gran líder comunista, PI, no cesa de hacerle a Pedro Sánchez la pregunta tan manida: Y de lo mío ¿qué?

jueves, 6 de junio de 2019

Paco Buyo y sus declaraciones en "El Iceberg"


Por si acaso usted no lo sabe, lo cual me parecería extraño, 'El Iceberg' es un programa de Radio Marca, dirigido por Rafa Sahuquillo, quien trata de sacarle a los deportistas los detalles menos conocidos de su carrera. Debo confesar, cuanto antes, que nunca he escuchado el programa. Pero sí he leído en Marca lo que ha dicho Paco Buyo en relación con su escasa participación en la Selección Española.

El titular de la entrevista es el siguiente: "Clemente prefirió llevar a la Selección a porteros que conmigo eran suplentes del Madrid". Buyo también carga contra Luis Suárez por el mismo motivo, acusándole de escasa valentía, debido a que en esos momentos estaba muy de actualidad su enfrentamiento con Futre. Y redondea su defensa de tal guisa: "Mi venganza era ser titular en el Madrid y ganar títulos siendo una pieza importante para conseguirlos. Pero sólo había un señor que creía que yo no podía ir a la selección".

Paco Buyo me fue recomendado a mí en la temporada 75-76 por Amador Cortés. Su valedor -nacido en Betanzos, al igual que Buyo- había sido jugador del Deportivo de la Coruña, Atlético de Madrid, Sporting de Braga y Mallorca. Cuando yo lo conocí era un hostelero de fama gracias a que era propietario de la Casa Gallega: restaurante donde se daban cita todas las figuras de la época. No hace falta decir el poder que atesoraba mi siempre recordado Amador.

Paco Buyo estaba a punto de cumplir 18 años. Era un chaval educado y muy trabajador. Y tuvo la suerte de que yo le designara a Jaime Turró -segundo entrenador- como técnico permanente para que fuera limando sus puntos débiles: el principal era mostrarse incapaz de hacerse fuerte en el área pequeña. Por su escasa fiabilidad en los balones por alto que le llegaban de frente o desde los costados. Deficiencia que estaba obligado a superar para convertirse en una figura, debido a que atesoraba otras cualidades.

Verbigracia: su facilidad de movimiento era inconcebible. Tenía agilidad de felino. Y sobre todo era un portero capacitado para destacar en el fútbol que se avecinaba. Es decir, sabía jugar con los pies y sus saques orientados eran pases perfectos para los delanteros mejor situados. Amador, además de ser su padrino y paisano, no cesaba de darme la tabarra para que yo prescindiera de Alfonso García, titular en la portería, y pusiera a Buyo.

Dado que el propietario de la Casa Gallega tenía mucha ascendencia en los medios de comunicación, raro era el día en que los periodistas no me acusaban de tenerla tomada con el joven cancerbero gallego. Recuerdo, como si fuera hoy, que, lesionado Alfonso García, cuando nos tocaba jugar un partido contra el Levante, en Valencia, Buyo actuó y los dos goles del equipo levantino los consiguió su delantero centro en el área pequeña. Los marcó de cabeza. Ante la pasividad de nuestro portero. Y así le ocurrió en los dos o tres partidos siguientes.

Fue entonces cuando le dije a mi amigo Amador: si no se hace fuerte en el área pequeña, no creo que la carrera de Buyo sea ascendente. Y los comentarios contra mí se dispararon. Paco Buyo pasó por  la S D Huesca, Deportivo de la Coruña y Sevilla. Y acabó siendo traspasado al Madrid. En todos esos equipos destacó sobremanera con sus cualidades: agilidad, sentido de la colocación y magnífico juego con los pies. Pero nunca logró hacerse fuerte en los balones por alto. Pues en ese menester 'cantaba' mejor que Pansequito... Que ya es decir.

Por consiguiente, y debido a que yo tenía por entonces amistades en el seno de la Selección Española, me consta que Clemente prescindía de él porque no era partidario de los porteros que jugaban atados al larguero. Y me imagino que Luis Suarez sería del mismo parecer. Y lo hacían a pesar de que Buyo fuera titular en el Madrid y ganador de títulos. Tampoco conviene olvidar a quienes dicen que PB tuvo la suerte de sustituir a Francisco Ruiz Brenes, de sobrenombre Superpaco, en el Sevilla, debido a una bronca del guardameta nacido en la Isla de León, con un directivo del conjunto hispalense.





miércoles, 5 de junio de 2019

Escribir a contracorriente es peligroso

Durante muchos años estuve yo escribiendo una columna diaria en la contraportada de un periódico local. Tarea nada fácil. Y mucho menos en ciudades pequeñas. En la que todo se magnífica, todo se infla, todo termina por hincharse hasta extremos insospechados. Y donde uno llega a tener enemigos a manojos. Así que nunca me extrañó que insignes escritores, en cualquier época, hayan desechado el artículo de cada día por la tiranía de un horario de entrega y por el miedo, sobre todo, a tener que escribir con tientos para no ser censurados por el poder.

Hace ya mucho tiempo, la tira de tiempo, que yo comprendí que quienes escribimos no podemos tener amigos en la política. Cierto es que los políticos ni siquiera pueden ser amigos entre ellos. Incluso tienen asumido que son más fiables los adversarios. Porque vienen de frente y traen las malas intenciones escritas en la mirada. La de veces que habré escuchado yo decir pestes de la primera autoridad por parte de algunos de los suyos. Cosas desagradables que decidí alojar en el baúl de mis recuerdos. Cuando bien pude ganarme con ellas la confianza del traicionado. Pero no es mi estilo...

En la política, y creo que no digo nada que ustedes no sepan, quienes mandan mucho suelen ser unos egoístas sublimes, con una fuerte tendencia moralizadora, que dan por sentado que los demás tienen el deber no sólo de adaptarse a sus decisiones sino de aplaudirlas, y cuanto esto no ocurre enseguida se muestran ultrajados. Y no dudan en hacerte la vida imposible sin solución de continuidad. Máxime si se percatan de que la persona perseguida no bajará la cerviz fácilmente. Y lo hacen sin escrúpulos de conciencia.

Una vez que renuncié a seguir opinando en la contraportada del medio reseñado, y después de haber descansado varios meses, decidí en abril de 2015 escribir diariamente en este espacio. Lo cual me ha valido para que una persona muy cercana a mí me haya dicho que escribo más que el Tostado. Que era el alias de Alonso Fernández de Madrigal, también alias el abulense y que dejó escrito tal cantidad de pliegos, que su afanosa conducta dio origen a la locución. Quienes acceden a este blog son, sin duda alguna, más que lectores seguidores.

Tras las elecciones, los más amigables me piden que deje de hablar de política, alegando que están de ella hasta los mismísimos, y que les cuente cuestiones relacionadas con el fútbol. Y los menos amigables, no dudan en decirme lo contrario. Es decir, que desean fervientemente que escriba acerca de las dificultades que tendrá nuestro alcalde para salir airoso del trance de mandar si insiste en no contar con VOX.

Ante semejante dilema, mi respuesta es siempre la misma: de fútbol, salvo de los partidos de la Selección Española, queda poco que decir hasta que no empiece la pretemporada. En lo tocante al problema de nuestro alcalde con VOX, tengo la impresión de que la llamada de Teodoro García Egea, secretario general del PP,  en cualquier momento, podría hacer cambiar de opinión a Juan Vivas. Y entonces sería el momento de emitir algún parecer al respecto.















martes, 4 de junio de 2019

La mentira es el ladrillo básico de los buenos modales


Mi caminata de mañana me ofrece en ocasiones la oportunidad de toparme con algún conocido que no duda en pararse conmigo y que, tras los saludos de rigor, aprovecha el momento para preguntarme sobre cuestiones relacionadas con lo que escribo. Los hay que me muestran su disconformidad acerca de alguna que otra opinión futbolística o política, emitida por mí, con la educación y sosiego correspondientes. Otros, en cambio, no dudan en decirme que están de acuerdo en relación con algún parecer publicado.

A mi interlocutor -de hoy- lo he hallado transitando por la playa de El Chorrillo. De la que seré, ya mismo, asiduo bañista. Y lo primero que me ha dicho es que se me nota muchísimo la escasa simpatía que le tengo a Juan Vivas. Debo decir que su expresión, además de relajada, daba muestras evidentes de querer tirarme de la lengua. Sobre todo cuando me recordó que Vivas había vuelto a ganar las elecciones sin bajarse del autobús.

Mi reacción no se hizo esperar: nuestro alcalde, que estaba más perdido que el barco del arroz, ha contado con el apoyo de su clientelismo... El cual, aunque ha ido descendiendo cada año, aún suma muchos votos. También conviene reconocer que ha derrochado ilusión a raudales. Esa que todo candidato debe exhibir ante los ciudadanos. Y, naturalmente, tuvo la suerte de que el candidato socialista no supiera aprovecharse del desgaste político de quien lleva dieciocho años sentado en la poltrona.

-De acuerdo, Manolo, de acuerdo... Pero alguna virtud habrá de tener el que tú llamas nuestro alcalde.

En principio, te diré que es capaz, según tengo entendido, de poderse dormir a ratos en cualquier parte, en el momento que lo desea. Eso le permite no estar nunca cansado y poder dedicar a sus actividades los horarios más extremos que puedan concebirse. Ese don lo tenía Napoleón Bonaparte. Y, por si no lo sabes, Juan Vivas es su más rendido admirador. Hasta el punto de que no hay día en el cual no lea su biografía.

-Bromas aparte, Manolo, también habrá pesado en los votantes su modestia, su naturalidad...

Yo no creo que a Juan Vivas le guste, a estas alturas de su vida, que se destaque de él la modestia. Pues tengo la certeza de que está convencido de lo que dijo en su día el inolvidable Tony Leblanc: "La modestia es la virtud de los tontos". En cuanto a la naturalidad, la conocida también como llaneza, se tiene o no se tiene, no se puede impostar. Tampoco pasa nada por no tenerla; siempre cabe explotar otras virtudes. Y a fe que nuestro alcalde las tiene. Faltaría más.

-¿Te atreves a decirme una?...

La mentira es el ladrillo básico de los buenos modales. Siempre hay gente que sostiene que la verdad es a veces inoportuna; desfavorable. Siempre hay figuras públicas que reniegan de la verdad. A eso se le llama pensar con sentido político. Beni de Cádiz, cantaor, bailaor, y humorista, lo definió así: a la gente les gusta que les mientan, son felices con la mentira.

-A propósito, Manolo, ¿tú crees que la intranquilidad reinará en las sesiones plenarias?

Cuando el partido que gobierna no tiene mayoría absoluta está siempre sometido a la fiscalización más dura por parte de la oposición. Y a Vivas le tocará sacar a relucir, más que nunca, esa vena de taimado que le achacan propios y extraños. No olvidemos que la astucia en política es un tesoro. Pero no conviene adelantar acontecimientos.




















lunes, 3 de junio de 2019

Demonizar a VOX es un error


Pese a ser lector empedernido, debo confesar que jamás he leído un programa electoral en mi vida. A lo más que he llegado es a hojear alguno. Reconozco, pues, que formo parte de esos españoles que no tienen sentido práctico del voto, sino que son fervorosos o ausentes, o enfadados, y casi nunca votan a favor de alguien, sino contra alguien. Aunque no tengo el menor inconveniente en airear a los cuatro vientos que mi voto en las recientes elecciones generales fue para los socialistas.

Sí, claro que estoy dispuesto a explicar el motivo que me llevó a tomar esa decisión. Después de haber seguido atentamente las peripecias vividas por Pedro Sánchez para recuperar la Secretaría General, tras haber tenido antes que dimitir, me percaté de que era un político con tanta moral o más que la que se le adjudicaba al Alcoyano cuando los balones tenían un cordón para cerrar las costuras del cuero. Tuve la certeza de que estaba ante un tipo duro como el pedernal. A quien jamás le pesarían las paredes del Palacio de la Moncloa.

En las elecciones autonómicas, y dado que llevo viviendo en Ceuta la friolera de 38 años, pensé en el voto útil para esta ciudad; es decir, que volví a votar a los socialistas. A pesar de que la campaña hecha por el señor Hernández no me hacía concebir la menor esperanza de que saliera ganador del envite. Pues, como he dicho ya en varias ocasiones, se mostró como un candidato incapaz de transmitir ese espíritu ganador que se lleva a los votantes de calle. El señor Hernández debe saber que perdió la mejor oportunidad de su vida para gobernar Ceuta.

Alguien me ha dicho, entre bromas y veras, que el jefe de la oposición está encantado con la forma de ser del que todavía es nuestro alcalde. Y lo achaca a que Vivas, que suele actuar muy bien en las distancias cortas, le tiene comida la sesera -desde hace mucho tiempo- al secretario general de los socialistas de Ceuta. Y a mí no me extraña que sea así. Lo que no entiendo es el odio cerval que ambos partidos -populares y socialistas- le tienen a VOX.

Y me explico: los diputados de VOX saben, por la cuenta que les trae, que hay que respetar las reglas del juego; o sea, las normas de convivencia. Ahora bien, no se les debe pedir que renuncien a buscar el voto entre personas que se identifican con sus propuestas. Por más que sus adversarios digan que no son más que soluciones fáciles para problemas complejos. Pero las urnas han evidenciado que existe un electorado socialmente transversal que ha celebrado la irrupción en la escena política del partido liderado por Santiago Abascal.

De ese electorado forman parte los taurinos, los cazadores, los nostálgicos, los indignados con los independentistas catalanes, los más religiosos del barrio, los contrarios a la inmigración incontrolada, y los que no ven el cambio ni con el Partido Popular ni con Ciudadanos. Y sobre todo los componentes de esa clase media que fue abandonada por el Gobierno del PP.  Esa clase que asegura la estabilidad del Estado, permaneciendo fiel a las leyes. Por consiguiente, a PP, PSOE y Ciudadanos les convendría no seguir demonizando a VOX. Y el primero en desistir debería ser el Partido Popular de Ceuta. Por razones obvias.