Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

viernes, 31 de enero de 2020

Ídolo en mi adolescencia


Uno desde muy pequeñito, y especialmente en la adolescencia, crea mitos que poco a poco va destruyendo inconscientemente. Supongo que es inevitable convertirse en asesino de tus propios ídolos a medida que pasa el tiempo. El comentario surge en una conversación de sobremesa, debido a que alguien sugirió la necesidad de seguir creyendo en algo en tiempos donde el descreimiento es la nota predominante. 

La primera en responder fue mi amiga LM, cinéfila desde que tuvo uso de razón: "Curiosamente, nunca me ha pasado eso con Marlon Brando... Y me pregunto ¿por qué Brando resiste tantísimo tiempo en mi mente como si fuera un ser superior en todos los sentidos?". Ni que decir tiene que afloraron las opiniones de buen gusto y las risas adornaron el ambiente. LM, mujer a la que le encanta pegar la hebra, se dirige a mí:

-Manolo, ¿se puede saber cuál fue ese mito de tu adolescencia?...

-Por supuesto. Fue Antonio Puchades. Fútbolista del Valencia. Cuya presencia en el primer equipo, procedente del Mestalla, se produjo en 1948. A Puchades lo vi yo jugar en 1950, frente al Sevilla, en el Estadio de Nervión. Ocupaba la demarcación de mediocentro defensivo, por delante de sus dos defensas, y, además de organizar el juego de su equipo, recuperaba balones a tutiplén. Era un muro infranqueable.

Aquella tarde, tras haber comido mi padre y yo en El Ocho, restaurante económico, disfrutamos viendo a un futbolista con capacidad para adueñarse de la zona vital del campo y, de paso, anular todas las evoluciones de Juan Arza: la gran figura del equipo hispalense en aquel entonces. Tan grata impresión nos causó a mi padre y a mí, aquel jugador alto y rubio, nacido en Sueca, que estuvimos durante varias temporadas acudiendo a ver los Sevilla-Valencia que se jugaban en Nervión. Incluso viajamos a Madrid para ver Barcelona-Valencia, finalistas de la Copa, en mayo de 1954. La que ganaron lo valencianos por 3-0.

-Tengo la impresión, por lo que nos has contado, de que nunca has olvidado a tu ídolo de la adolescencia... -quien se dirige a mí es LM.

-Nunca... Es más, cuando veo a Casemiro, jugador de moda en ese puesto, me viene a la memoria, inmediatamente, cambiando lo que haya de cambiarse, la figura de aquel Puchades imperial. Consagrado como gran jugador en  El Campeonato Mundial de Fútbol -1950- celebrado en Brasil.









jueves, 30 de enero de 2020

La violencia engendra y multiplica la violencia


Diciembre de 1983. Estaba yo una noche en un bar de copas en un pueblo gaditano, cuando un remedo de señorito, quizá uno de los últimos de aquella casta, se acercó a mí para saludarme y preguntarme cómo me iba en Ceuta. A la que yo había llegado hacía seis meses. Le dije que muy bien... Y, sin venir a cuento, le dio por vaticinarme el tiempo que yo tardaría en ser un racista. Así que no dudé en clavarle un rejón de castigo en todo lo alto. El cual le hizo recular.

Mi respuesta -dura como el pedernal- al joven de buena posición social, tal vez se debió a que mi adaptación a esta ciudad se había producido en un amén. Y que pronto aprendí que las personas de diferentes razas, religión o cultura estaban destinadas a entenderse por el bien de todas. Desde el principio mantuve muy buenas relaciones con musulmanes, hebreos, hindúes y cristianos. Todos ellos pertenecientes a distintas escalas sociales y económicas.

Jamás concebí como inferior y rechazable a otro grupo étnico. Lo que nada tenía que ver con el deseo de que los inmigrantes cumplieran las leyes españolas. Con el paso de los años, muchas fueron las veces que conversé de tan importante problema con mi siempre recordado Mustafa Mizzian (dirigente del Partido Democrático y Social de Ceuta-. Incluso hube de pasar por momentos difíciles cuando decidí presentarme como testigo en un juzgado para ayudar a un hombre de religión musulmana, pedigüeño él, que había sido maltratado, sin motivo alguno, en plaza pública.

Llevo treinta y ochos años viviendo en Ceuta. Y sigo pensando lo mismo sobre el racismo: "Se dice que la violencia engendra y multiplica la violencia. Sucede igual con el racismo". Alguien dijo, hace ya bastantes años, que la cultura es el vaivén, el recibimiento de dádivas extrañas, la apertura de miras, el mestizaje y la hibridez. Y la cultura es lo que nos define, porque ella somos y muy poquito más. De ahí que el racismo sea el pecado más grave que hay de lesa humanidad...

En bastantes ocasiones, hasta el punto de haberse convertido en lema de nuestro alcalde, le he oído airear que  Ceuta -chiquita y marinera- se distinguía por ser un ejemplo de convivencia entre razas y culturas. Por tal motivo, me sorprendieron sus declaraciones alarmantes, el pasado día 15, relacionadas con las autoridades de Marruecos. Raras en alguien que siempre ha presumido de tener la moderación como arma indispensable para obtener logros.

Pues bien, fue perder la calma nuestro alcalde y producirse a los pocos días, por mor de la casualidad, la suspensión del pleno de la Asamblea, debido a un grave enfrentamiento verbal entre Mohamed Alí, dirigente de Caballas, y los diputados de VOX. Trifulca que ha dado la vuelta a España y, por qué no, al mundo. Propaganda nefasta... No cabe duda de que la violencia engendra y multiplica la violencia. Sucede igual con el racismo.   



   

  

Magnífico partido del Madrid en Zaragoza


Impecable partido del Madrid en la Romareda. Goleando a un Zaragoza que nada pudo hacer ante un equipo dirigido magistralmente por Toni Kroos. Quien volvió a evidenciar que está en un momento de forma espléndida. Y como su clarividencia futbolística es evidente, todo lo que hace redunda en beneficio de su equipo. El Madrid salió decidido a resolver la eliminatoria cuanto antes. Y lo hizo adelantando a su defensa y atosigando al equipo maño en su propia área, dejándo así huérfano de ideas al conjunto entrenado por Víctor Fernández.

Dominador absoluto de la situación, el gol de Varane (minuto 6) y el de Lucas Vázquez (31') fueron el premio al dominio ejercido por los visitantes en la primera parte. En la que se pudo apreciar la mejora de Vinicius. Y también las lagunas defensivas que sigue teniendo Marcelo. Quien no acaba de comprender que sus ataques por sistema ya no compensan sus debilidades en los marcajes. Verdad incuestionable. Y que ante equipos más encopetados serán motivos de disgustos morrocotudos. Irreprochable la actuación de Varane y Ramos. Y también se pudo comprobar la mejora manifiesta de Carvajal.

En lo tocante a Valverde, a mí me gusta mucho más cuando actúa como interior que como mediocentro. Aunque en estos momentos, debido a que está en plenitud de facultades y convencido de cuanto hace, sus actuaciones son siempre dignas de ser celebradas. James fue de menos a más y ojalá tome vuelo. Puesto que su calidad le sería de mucha utilidad a su equipo. Dado los muchos partidos que habra de disputar en las tres competiciones. Tampoco sería mala idea que el colombiano no estuviera tan pendiente de su entrenador cuando no acierta en pases o remates.

En la segunda parte, cuando Víctor Fernández le dio entrada en el equipo a Álex Blanco y a Luis Suárez, los zaragozanos espabilaron y Areola tuvo que intervenir con acierto. Pero muy pronto volvió el equipo blanco -hoy vestido de verde- a hacerse dueño de la situación. Y llegó el gol de Vinicius gracias a una pared extraordinaria con James y a una definición nunca vista hasta ahora del brasileño.  Tras asegurar la eliminatoria, Zidane sustituyó a Ramos por Nacho, a Benzema por Jovic y a Vinicius por Brahim. 

Jovic sigue sin dar pie con bola. Da la impresión de que está ausente de cuanto acontece a su alrededor. Benzema, sin embargo, fue salir al verde y obtener el cuarto gol. Brahim, pese a jugar pocos minutos, hizo cuanto pudo por agradar y a fe que lo consiguió. Y no es la primera vez que demuestra que tiene cualidades para quedarse en el primer equipo. En fin, magnífico partido del Madrid frente a un Zaragoza que quiso y no pudo ante la superioridad de un rival que está jugando muy bien y encajando pocos goles. 








martes, 28 de enero de 2020

La flor en las posaderas de Zidane


En 1968, siendo Marcel Domingo su entrenador en Primera División, el Córdoba Club de Fútbol basaba su fortaleza en el Nuevo Arcángel: donde ganarle al equipo verdiblanco era tarea que estaba al alcance de muy pocos rivales. En aquella época se contaba una anécdota que había tomado vuelo en los mentideros deportivos. La historia era la siguiente.

Había llegado a la ciudad un Obispo, vasco él, a quien le apasionaba el fútbol, y lo primero que hizo la directiva fue invitarlo al palco presidencial. Y el Excelentísimo y Reverendísimo Señor no dudó en aceptar el ofrecimiento. Sin pensar que iba a ser espectador de la primera derrota de los cordobeses. También lo fue de la segunda. Así que la autoridad eclesiástica tardó nada y menos en enterarse de que lo estaban tildando de gafe. Lo cual no deja de ser desagradable en grado extremo.

Monseñor estuvo tentado de no ir más al Arcángel. Pero pensó que faltar a la cita era como aceptar que él llevaba la mala suerte consigo. Y decidió acudir por tercera vez al palco presidencial. El Córdoba marcó el gol del triunfo cuando el partido estaba dando las boqueadas, y el Exmo. y Rvdmo. Sr. Obispo dio un brinco y exclamó: ¡Coño, yo no he sido gafe en mi vida!... A partir de ese momento, se dijo que el Señor Obispo había recobrado el sosiego que había perdido durante meses.

Válgame el hecho para hablar de esa flor en las posaderas que le achacan a Zidane como entrenador, con una insistencia rayana en la pesadez. Como si quienes  le preguntan estuvieran deseando que la ausencia de mala suerte dejara de formar parte de las cualidades que pueda atesorar el técnico francés como profesional. La buena suerte de ZZ empieza por tener la oportunidad de dirigir a un club muy grande que ha puesto a su disposición una plantilla extraordinaria. La cual está obligada a ganar, ganar y ganar...

Si yo fuera presidente de un club, amén de fichar a un entrenador con muchos conocimientos, me agradaría sobremanera que tuviera potra. Esa que suele casi siempre ponerse de parte de los equipos como Madrid, Juventus, Barcelona, Manchester City, Liverpool... Donde los entrenadores se pueden permitir el lujo de equivocarse más veces de las debidas, sin que sus errores influyan en el resultado. Puesto que siempre habrá un Benzema, un Cristiano Ronaldo, un Messi, un Kevin de Bruyne, o bien un Salah prestos a marcar las diferencias en cualquier momento.  



 











 

lunes, 27 de enero de 2020

Mendy es un baluarte del Madrid actual


El 31 de julio de la década recién terminada, es decir, pronto se cumpliran seis meses, opinaba yo sobre el desastre defensivo del Madrid. Debido a que había jugado cuatro partidos de pretemporada y había encajado dieciséis goles. Y Courtois recibió critícas tan agrias como para que los aficionados empezaran a dudar acerca de las cualidades de uno de los porteros grandes del fútbol actual.

También dije que las Ligas ganadas por el Barcelona se debían, principalmente, a que encajaba muchos menos goles que el Madrid. Asimismo recordé que la planificación del sistema defensivo corresponde al entrenador. Disciplina que no acababa de inculcar ZZ. Y ponía el siguiente ejemplo: todos los rivales del equipo merengue se adelantan en el marcador recién empezado el partido. Lo cual invita a pensar que sus jugadores salen desmotivados al terreno de juego.

Concluía mi análisis de tal guisa: El Madrid no tiene un equipazo. Lo que sí tiene son grandes jugadores que suelen actuar sin orden ni concierto. Jugadores que están necesitados que los aleccione alguien de ordeno y mando. De no ser así, el desorden defensivo se convertirá en crónico... Si no lo es ya. Y, naturalmente, insistía en que era un coladero la banda defendida por Marcelo. Amén de que el más perjudicado era Kroos. Por tener la misión de guardarle las espaldas al brasileño en sus subidas al ataque por sistema. Sin olvidar que Casemiro las pasaba canutas cuando le tocaba ir a los cruces por su lado siniestro.

De un tiempo a esta parte, el Madrid ha mejorado su capacidad defensiva como bloque disciplinado y prestos todos sus componentes a ser solidarios cuando les toca defender. Y los resultados avalan semejante y necesaria disposición. El mejor ejemplo de lo que no deja de ser una función primordial en el deporte rey es, sin duda, la forma de proceder de Mendy: un coloso que ha desengañado ya a los rivales de que esa banda ya no es la idónea para sorprender a su equipo. El pero es que no tiene la precisión de Marcelo en los centros. ¿Y qué...?

La presencia de Mendy -cuya mejora en los pases se irá produciendo a medida que vaya adquiriendo más confianza- además de haber cerrado a cal y canto un agujero por donde el Madrid encajaba goles a granel, le ha dado vida a Toni Kroos. Y a los hechos me remito: su rendimiento vuelve a ser sensacional. Por más que la sencillez con que realiza su trabajo haga creer al personal que es fácil jugar como lo viene haciendo el alemán. De él podría decirse que lo hace todo sin despeinarse.


El Madrid pasa las de Caín en Zorrilla


La cabriola, el regate en corto por sistema, el pasecito horizontal, la triangulación del juego en el centro del terreno, no conducen a nada práctico en el fútbol. El juego pueril, enjuto e inoperante del Madrid le permitió a Masip, portero del Valladolid, ser un mero espectador durante la primera parte. Y todo porque Zidane sigue convencido de que Isco debe jugar. Amén de permitirle que actúe a su albedrío.

Isco Alarcón comenzó, una vez más, situado en la banda izquierda. Pero enseguida decidió deambular por todos los sitios menos convenientes para su equipo. Así que dejó libre todo el pasillo por el cual debía Mendy sumarse al ataque. Sin caer en la cuenta de que al quedar libre de marcaje Antoñito, las subidas del lateral blanco estaban siempre controladas por el defensa pucelano.  Y lo peor del asunto es que el ritmo del Madrid lo marcó el jugador nacido en Arroyo de la Miel.

Ni que decir tiene que el juego del equipo blanco fue de una lentitud pasmosa. Preñado de pases imprecisos, de ornamentos innecesarios y sobre todo carente de tiros a puerta. Debido a que Isco estaba en todas partes y en ninguna le proporcionaba a su equipo la eficacia necesaria para batir a un conjunto que presionaba muy arriba y rápidamente se replegaba en bloque a la raya que divide los dos campos. 

Dado que todo el peso del juego recaía en Kroos, y en vista de que Modric también jugaba apuradamente, Benzema no tocaba bola y era Rodrygo quien más daño le hacía al equipo local. Lo cual no bastaba para doblegar al correoso conjunto dirigido por Sergio García Soriano. El cual pudo quedarse con diez jugadores si De Burgos Bengoetxea, árbitro del encuentro, hubiera sancionado con tarjeta roja a Joaquín por una brutal entrada a Rodrygo.  

El Madrid mejoró en la segunda parte. Pero su mejor nivel de juego lo alcanzó cuando Zidane decidió sustituir a Isco. Pero no porque Lucas Vázquez hiciera nada destacable, sino porque la salida de IA evitó que su equipo siguiera jugando a lo que él quería. Así que en el minuto 77 Nacho logró marcar de cabeza. El gol encajado por Masip espoleó a sus compañeros y el Madrid pasó las de Caín hasta que el árbitro dio el partido por concluido.

Triunfo merecido del Madrid. Cuya primera parte fue pésima. Y bien haría ZZ en tomar nota para no caer en los mismos errores tácticos que se han visto en el Estadio José Zorrilla. Pues otro equipo de más nivel los hubiera aprovechado. El VAR anuló un gol al Madrid y otro al Valladolid.
 
 


sábado, 25 de enero de 2020

El Valencia se aprovecha de las tonterías de Setién


Son palabras de un amigo, partidario del Barcelona, nada más terminar el partido en Mestalla. Antes de colgar el teléfono, debido a que está apesadumbrado, remata el titular con una revolera: "El entrenador de mi equipo tiene más tonterías que un mueble bar". Y a mí me parece que mi amigo, a quien considero persona moderada, tiene motivos más que suficientes para decirme incluso que Quique Setién es muy dado a contarnos el cuento del alfajor por sistema.

El cuento del alfajor del equipo dirigido por el entrenador cántabro duró nueve minutos escasos. En los que el Barcelona abusó de la posesión mientras que el Valencia replegado y marcando como mandan los cánones no les permitió a los visitantes disparar a puerta salvo en dos faltas lanzadas por Messi. Escaso bagaje para un conjunto que además dio muestras de debilidades defensivas en cuanto los hombres de Celades decidieron contraatacar.

Los contragolpes del conjunto local empezaron a producirse por pérdidas de balones causadas por una posesión estéril del esférico, llevada a cabo por todo el conjunto y sobre todo por un centro del campo compuesto por Busquets, De Jong y Arthur. Una línea que ni se hacía notar en ataque ni mucho menos en defensa. Prueba de ello es que a los diez minutos Gayá -aprovechando el despiste de Sergi Roberto- fue derribado por Piqué dentro del área.

Maxi Gómez no pudo batir a Ter Stegen desde los once metros. Y a partir de ahí, el portero alemán  evitó tres goles que se daban por hechos. Fueron los mejores momentos de un Valencia que jugaba con celeridad el balón y que era capaz de llegar al marco contrario con dos o tres toques. Fútbol vibrante y práctico... No contrarrestado por el Barcelona en ningún momento. Ni teniendo el balón mucho tiempo. Ni jugando en campo contrario. Ni recurriendo a la paciencia para no perder balones en zonas comprometidas. Ni bla, bla, bla...

En la segunda parte, precisamente cuando el Barcelona -no sé si por decisión de su entrenador o bien porque así lo quisieron sus jugadores- cambió su estilo de juego; es decir, aminorando los toques y haciendo un fútbol más directo, Maxi Gómez marcó el primer gol de su equipo. Tanto tempranero que le permitió a los de Celades defender en bloque y en propio campo. Situación en la que Paulista estuvo colosal y Gayá siguió siendo en los contragolpes un quebradero de cabeza para Sergi Roberto

Fue entonces, en esos momentos en los que el partido aún no estaba decidido, cuando el Barça echó de menos a Luis Súarez. Máxime cuando Messi estuvo desacertado en las jugadas a balón parado. A Setién, el entrenador que se jacta de decir que no le agrada ganar jugando mal, se le ocurrió entonces recurrir a Arturo Vidal. Cuya presencia en el campo, según dicen quienes son defensores acérrimos del juego de posesión por sistema, provoca desorden. Es decir, que con él no hay manera de jugar bien. Lo cual no deja de ser una auténtica contradicción o bien una mentira como una catedral de grande.

Lo cierto es que el Barcelona pasó a dominar el partido y se fueron sucediendo momentos de peligro para un Valencia que supo cómo evitar que Messi obrara el milagro del empate. Así, cuando parecía que el fútbol sin remilgos del conjunto azulgrana podía dar resultado, llegó el segundo gol de Maxi Gómez al alimón con Alba. Tanto que aseguraba la victoria de los valencianos ante un equipo cuyo entrenador, por tener más tonterías que un mueble bar, le ha cambiado el buen paso que llevaba con Ernesto Valverde en todas las competiciones.   






viernes, 24 de enero de 2020

El Atlético naufragó en León


Hay lectores que me han preguntado cómo es posible que no escribiera ayer del partido Deportiva y Cultural Leonesa-Atlético de Madrid. Y les he dicho la verdad: nunca imaginé que la eliminatoria  disputada en el Estadio Municipal Reino de León pudiera proporcionarnos emoción y entusiasmo a raudales. Y sobre todo porque escribir es un ejercicio incompatible con un conato de astenia. En fin, que a las doce de la noche lo que mi organismo me pedía era que me metiera en la piltra cuanto antes.

El Atlético de Madrid fue derrotado en la prórroga por un equipo que hizo méritos sobrados para obtener la victoria. Triunfo que será recordado con el paso de los años y también el nombre de varios de los jugadores leoneses. Quienes rayaron a gran altura dentro de una actuación sobresaliente del conjunto dirigido por José Manuel Aira. No cabe la menor duda de que el éxito de la Cultural ha servido además para otorgarle categoría a la Segunda División B. Tan poco valorada desde hace ya mucho tiempo.

El resultado obtenido por el equipo de la ciudad de León merece que sean recordados varios de sus jugadores antes de que emitamos algún parecer acerca del rotundo fracaso de un Atlético que ha puesto en entredicho la labor del Cholo Simeone. Por ejemplo, con el paso de los años seguirán sonándonos nombres como Herve Griffard (cinco paradas lo avalan), Gabriel Gudiño (labor maratoniana), Julián Castañeda (bien en defensa y autor de un golazo que suponía el empate), Augusto Galván (orden en el centro del campo), Andy Kawaya (fue salir y sembrar el caos en el equipo rojiblanco por la banda derecha), y Sergio Beníto (autor del segundol tanto en el minuto 108).

El Cholo Simeone debe estar pasando por uno de los peores momentos de su vida como entrenador del equipo colchonero. Ya que su eliminación fue merecida. A pesar de que siempre podrá alegar que un guardameta desconocido, nacido en Francia, fue amparado por la  diosa Fortuna en cinco o seis ocasiones. Por más que él también se beneficie cuando esa señora se pone de parte de Oblak. Y entonces nos diga que los guardametas están para hacer cosas prodigiosas.

El Atlético de Madrid (cuyo estilo de juego he analizado cuando lo he creido conveniente, y siempre saliendo en defensa de su técnico) goleó al Madrid en una Competición veraniega... En la que Joao Félix tuvo una soberbia actuación. La cual fue ponderada durante meses. Y creo que hasta Simeone -siempre partidario del juego de conjunto, sometido a la disciplina espartana de los movimientos  tácticos dictados por él- pensó que el jovén portugués sería una especie de Messi capaz de resolver partidos aun cuando su equipo no da pie con bola. Y no ha sido así. ¡Cuánto daría El Cholo, en estos momentos, por tener a Griezmann en su equipo...! 







jueves, 23 de enero de 2020

Técnica es el perfecto conocimiento del oficio


Durante el partido entre Unionistas de Salamanca-Real Madrid, correspondiente a la Copa del Rey, jugado en el Campo de Las Pistas, cuyo terreno de juego, por mor de una nevada, estaba duro como el pedernal, y el frío "campaba por sus respetos", el clima me hizo recordar mi estancia en la provincia salmantina; por ser jugador del Béjar Industrial. Equipo que estaba integrado en el Grupo XIII de Tercera División. Corría la temporada 59-60 y la Unión Deportiva Salamanca era favorita para lograr el ascenso a la Segunda División A.

Aquella Tercera División era tan fuerte como complicada. Estaba formada por clubs respaldados por aficiones capaces de llenar los campos todos los domingos. Burgos, Salamanca, Ponferrada, Palencia, Cacereño, Zamora... Eran los favoritos. Pero todo se igualaba muchísimo, debido a que todos los campos ofrecían dificultades que a veces parecían insalvables. En aquellos terrenos de juego inhóspitos, jugaban bien quienes eran mejores técnicamente. Siempre y cuando se entienda por técnica el perfecto conocimiento del oficio.

Aún recuerdo un partido frente a la U D Salamanca, celebrado en El Calvario, estadio anterior al Helmántico, donde jugamos en un terreno donde mantenerse de pie parecía misión imposible. No obstante, el encuentro fue calificado de sobresaliente por los plumillas de la época. Tampoco he olvidado las inclemencias soportadas en un campo donde lo primero que hacíamos es mirar la fecha en la cual debíamos rendir visita a la S D Hullera Vasca-Leonesa. Pues era recomendable cubrirse la frente con un pañuelo para evitar que la tierra adherida al balón te hiriera al golpearlo con la cabeza.  Y así podría ir enumerando hechos que se daban en el fútbol de los años cincuenta y sesenta.

En aquellos tiempos había jugadores que mostraban toda su calidad por más que el escenario fuera lamentable. Eran capaces de dominar el balón a pesar de las circunstancias adversas del viento, de la lluvia, y del terreno de juego convertido en un lodazal o bien duro como para saber que una caida les podía causar heridas y magulladoras en todo el cuerpo. Tal era el dominio del esférico que regateaban con facilidad pasmosa y desbordaban líneas mediante conducciones irreprochables. Disparaban desde la media distancia con tanta dureza como acierto. Y eran diestros en el fútbol aéreo.

Por consiguiente, viendo Unionistas de Salamanca-Real Madrid por Cuatro Televisión, los comentaristas no pararon de decirnos que todos los fallos de los jugadores merengues se debían al mal estado del terreno de juego y a las condiciones atmosféricas adversas. Craso error... Puesto que los futbolistas del Madrid son técnicamente superiores a los jugadores salmantinos. Y por tanto han de adaptarse a cualquier escenario muchísimo mejor que los componentes del conjunto inferior. Otra cosa es que el frió reinante hubiera predispuesto a los futbolistas del Madrid a hacer una faena de aliño.












miércoles, 22 de enero de 2020

Tomás B. Parra Aymerich


Durante mis paseos matinales, la Avenida de España casi siempre forma parte de mi recorrido. Así que un día, de hace ya varios meses, al pasar por delante de la Farmacia Parra López, leí que contaba con los servicios de un nutricionista. Y decidí hacerle una visita. Fue entonces cuando conocí a Tomás B. Parra Aymerich. Farmacéutico y nutricionista. Y pronto me di cuenta de que Tomás era culto y amable sin esforzarse ni lo más mínimo. Y dije para mí: este licenciado forma parte de los que le dan prestigio al gremio al cual pertenecen.

En la segunda visita, mientras que Tomás me iba haciendo las pruebas correspondientes y recomendándome las bondades de cierta dieta, el fútbol fue motivo de conversación. Porque Parra López, aunque lleva desde que vestía pantalones cortos jugando al rugby, también dedica parte de su tiempo libre a ver partidos de fútbol. En rigor, lo que le gusta a mi estimado farmacéutico y nutricionista es el deporte en general. Por lo que hemos ido aprovechando mis revisiones para pegar la hebra sobre varias especialidades deportivas.

Hoy he pasado el correspondiente control de la glucosa y del colesterol; me ha pesado y además me ha comprobado el oxigeno que anida en mí. Y me ha preguntado Tomás si fui a ver el partido Agrupación Deportiva Ceuta-Real Sociedad. Y le dije que no. Y no tuve el menor inconveniente en contarle que, tras retirarme de la profesión de entrenador, yo he estado dos veces en el estadio Alfonso Murube: una, cuando el Fútbol Club Barcelona vino a Ceuta para jugar una eliminatoria de la Copa del Rey, y otra acompañando a un presidente a una reunión con un entrenador que resultó ser un tonto a nativitate.

Y también he querido saber cómo le va como jugador de rugby. Tomás no duda en decirme lo mucho que disfruta de un deporte que vive intensamente en el Club Rugby Bahía 89 -Algeciras- y que compite en la categoría segunda del Grupo Central de Andalucía. Y a mí se me ocurre preguntarle sobre los bruscos movimientos que habrá de soportar durante los encuentros. Y le digo, además, que a mí no me gustaría tropezar con él. Dado que su corpulencia veinteañera aconseja no hacerlo.

Pero él me responde que los bruscos movimientos no dejan de ser, sin embargo, una imagen muy distinta a la real.  Ya que el rugby otorga ciertos valores que los jugadores practican dentro y fuera del campo. Y así debe ser... Pienso yo. Pues Tomás B. Parra Aymerich  -farmacéutico y nutricionista- representa perfectamente esos valores que se logran en el mundo del deporte. En este caso, el rugby.


martes, 21 de enero de 2020

Anécdotas de Luis Aragonés


Acabo de leer en un periódico deportivo de tirada nacional, una de las muchas anécdotas que se pueden contar de Luis Aragonés, ocurrida en noviembre de 2002 en León, cuando el Atlético se disponía a jugar un partido en el entonces Estadio Antonio Amilivia. Estaba el entrenador rojiblanco conversando con el técnico de la Cultural Leonesa mientras los jugadores de ambos equipos hacían los ejercicios correspondientes al calentamiento, cuando Ernesto Villaverde, hasta hace nada gerente del club, reclamó su atención para presentarle al alcalde de la ciudad. Y Luis le respondió así.

-Déjame en paz, Ernesto, que ya conozco a mucha gente y no quiero conocer a nadie más.  Y siguió departiendo con el entrenador del equipo local.

Quien no haya tenido la oportunidad de tratar a Luis Aragonés, la respuesta de tan grande entrenador y personaje singular, podría inducirle a pensar que era un maleducado y un tipo finchado que solía mirar a los demás por encima del hombro. Y erraría en su apreciación. Lo digo con absoluta seguridad, debido a que yo tuve la suerte de disfrutar de su amistad desde que nos conocimos en el Curso de Entrenadores Nacionales en julio de 1973. Celebrado en las instalaciones del INEF en Madrid.

A partir de ese momento, nuestra amistad se vio premiada con partidos del Atlético frente a equipos entrenados por mí. Fueron encuentros de la Copa del Rey y algunos correspondientes a Torneos veraniegos. Recuerdo un triangular celebrado en Ceuta, en agosto de 1982, donde los participantes fueron el Slavia de Praga, el equipo presidido por don Vicente Calderón y la Agrupación Deportiva Ceuta.  Por cierto, charlar con el presidente del Atlético era gratificante.

El Atlético decidió alojarse en el Hotel La Muralla. Donde quien escribe había fijado su residencia. Y quedamos citados para compartir el aperitivo y comer juntos. Vicente Calderón, Luis y servidor nos reunimos en el jardín del hotel. La tarde estaba en sus comienzos. Calderón tomó la palabra para exponer con claridad meridiana algunos puntos de vista sobre la realidad del fútbol del momento. Fue entonces cuando apareció un directivo de la ADC, cuyo nombre prefiero omitir, y se sumó a la tertulia. 

El directivo tomó la palabra con un desconocimiento absoluto del fútbol, soportado estoicamente por Calderón, en tanto la cara de Luis Aragonés se iba descomponiendo como prueba evidente de que las gilipolleses que decía el sujeto le estaban sentando peor que una derrota ante el Madrid en el Estadio Vicente Calderón. Cuando Aragonés estaba a punto de decirle una guasa, que el sujeto tenía bien merecida, irrumpió en escena el fisioterapeuta rojiblanco que andaba alrededor de la piscina para recordarle no sé qué... 

El entrenador rojiblanco, se levantó de su asiento, y se dirigió a los presentes: "Me van a permitir que me ausente. ¿Te es posible acompañarme, Manolo?". 

Acepté su invitación y nos fuimos a la Cafetería. Donde Alejandro, el jefe de barra, nos atendió de maravilla, como en él era habitual. Luis Aragonés, tras guardar un silencio tan sepulcral como corto, se dirigió a mí sin rodeos. Es decir, en corto y por derecho. "Manolo, conociéndote, no creo que tú sea capaz de aguantar una temporada con ese directivo que da muestras visibles de ser un auténtico gilipollas. Y a mí, tal vez porque el ambiente del Muralla me sosegaba, se me ocurrió la respuesta adecuada: "Luis: el único remedio que me queda es embarcarlo en la muleta y llevarlo muy toreado...".

Y Aragonés me gritó un ¡olé entusiasmado! Luego, en cuanto pudo, se lo contó a Pepe Jiménez El Bigote -amigo de ambos y colchonero de nacimiento-, a quien Luis le permitía que criticara incluso sus planteamientos.












lunes, 20 de enero de 2020

El Barça de Setién


Sé perfectamente que el número de lectores de este blog mengua cuando opino del Barcelona y aumenta cuando emito mi parecer sobre el Madrid. Nunca he negado que soy madridista. Pero jamás le regalo ditirambos inmerecidos. Hasta el punto de que muchísimas personas ponen en duda mis simpatías por el equipo blanco. Así que del Barça escribo menos. A pesar de lo reseñado, mentiría si no dijera que, desde hace tiempo, he venido insistiendo en que el conjunto azulgrana defendía mal en general y su mediocentro -Sergio Busquets- en particular.  

Ernesto Valverde trató de corregir tales defectos aminorando los pases cortos y horizontales para evitar la pérdida de balones en zonas peligrosas y asimismo llegar a la portería contraria antes de que los rivales hubieran tenido tiempo de parapetarse. Incluso reforzó el centro del campo con Arturo Vidal, a fin  de que los partidos no se convirtieran en un rondo como el que ayer vimos frente al Granada. Donde hubo momentos en los que la incertidumbre del resultado evitó que brotaran los bostezos y también las cabezadas

El despido de Valverde me pareció inexplicable. Puesto que la situación del equipo era inmejorable en todas las competiciones. Aunque yo intuía que el malestar de los mandamases del Barça iba aumentando a medida que el técnico extremeño iba prescindiendo de Sergio Busquets. Uno de los preciados estandartes del club, sin duda alguna; aunque cada vez menos apto para ser ese escudo de la defensa que su equipo viene pidiendo a gritos.

Lo cual aprovechó alguien para deslizar 'entre bastidores' que ese problema se cortaba de raíz contratando a Quique Setién. Técnico capaz de resucitar el añejo tiquitaca: estilo de juego nacido en La Masía e inscrito por el club en las oficinas de patentes mundiales de estilos futbolísticos. Lo primero que hizo el técnico cántabro, nada más tomar posesión de su cargo, es propagar que lo único que él prometía es que el Barcelona iba a jugar bien... Declaraciones tan absurdas como inoportunas. Por cuestiones obvias.

Frente al Granada hubo comentaristas de televisión predispuestos a cantar las excelencias del juego augurado por el técnico debutante. Y a medida que avanzaba el encuentro no se atrevían a decirnos que el partido era soporífero. Que el Barcelona necesitó más de mil pases para disparar a puerta tres o cuatro veces. Y que los cambios tácticos consistieron en liberar a Busquets de correr hacia atrás, permitiéndole desenvolverse en un parcelita reservada para él. También nos percatamos de que si un lateral se sumaba al ataque el otro se quedaba en su sitio. Una disposición más antigua que el arroz con leche. Y, ante la ausencia de Suárez, darle a Messi la misión de delantero centro falso o flotante.

Por último, los visitantes estuvieron a punto de adelantarse en el marcador. Y jugaron con diez durante los momentos trascendentales del partido por mor de una expulsión que no procedía. Y Messi, como es habitual, logró el tanto que derrotaba a un Granada que puso en evidencia el estilo de juego tan añorado por quienes miran al pasado con nostalgia.

El sábado juega el Barcelona en Mestalla. Y, aunque el Valencia no esté pasando por su mejor momento, mucho me temo que Busquets -pieza principal del tiquitaca, estilo innegociable para Quique Setién- no tendrá más remedio que ayudar a sus centrales cuando su equipo sea dominado. De no ser así, seguramente el entrenador cántabro haría muy bien en encomendarse a cualquier santo de su devoción para que Messi haga lo que suele hacer casi siempre: resolver los partidos con su estilo de estrella incomparable. 


















domingo, 19 de enero de 2020

Especialistas


Jaime Campmany fue un periodista, novelista y poeta satírico, cuyas columnas en ABC desde 1977 hasta el mismo día de su fallecimiento por infarto, solía leer yo con tanto interés como placer. Así se lo dije el día que visitó Ceuta y tuvo el detalle de concederme tiempo suficiente para charlar de cuanto acontecía en aquel entonces. 

Se decía que JC, más que un periodista, aunque había dirigido hasta periódicos, era un escritor barroco y cachondo que, en su columna, expresaba una secreta decepción, un espíritu de derrota, habiendo ganado la guerra -como falangista-, y esto mediante un barroquismo verbal. La columna del escritor murciano era de las más leídas, si no la que más...

Por lo que Francisco Umbral no tuvo inconveniente en aclarar semejante predilección. "El público sigue prefiriendo la pintura al análisis, la anécdota al dato y el humor a la crítica razonada. Se trata, en fin, de unos lectores desencantados de la política y sus palabras rituales. Y no duda en acudir a las columnas de Campmany para disfrutar de su finísima filosofía del cachondeo donde el PSOE queda a parir y el PP se salva de milagro". 

Actualmente no se escribe como entonces... Ni mucho menos. Y es que los políticos son capaces de pasar por alto un crítica agria en todos los sentidos y, en cambio, rugen de ira cuando se les trata con la ironía correspondiente a sus nefastas actuaciones. Y es que suelen descomponerse con la burla fina. Y dado que los medios, salvo rara excepción, están muy bien subvencionados, nadie hace buen uso de ese humor capaz de poner en la picota tanto a los cargos importantes como al monterilla convencido de que ha nacido para dirigir los destinos de su pueblo mientras viva.  

A propósito, el recordar a Jaime Campmany ha sido porque repasando mis apuntes he hallado lo que decía sobre el periodismo: "Los periodistas escriben de todo aquello que no entienden. Cuando un periodista escribe nada más de lo que entiende se convierte en un especialista y deja de ser divulgador; es decir,  un periodista propiamente dicho, y se convierte en un profesor que escribe en los periódicos". De haber vivido actualmente, don Jaime no habría dudado en decirnos que los medios están llenos de profesores que chamullan de fútbol sin tener ni repajolera idea del asunto.







sábado, 18 de enero de 2020

Casemiro doblega al Sevilla


El Sevilla llegó al Bernabéu convencido de que las bajas del Madrid y la alineación anunciada por Zidane eran las más apropiadas para romper esa racha de derrotas (doce) en un estadio considerado gafe para el conjunto hispalense. Ahora o nunca... Me imagino que sería la consigna más repetida por Julen Lopetegui en las horas previas al partido. Para obtener la victoria que hubiera constituido un jalón en el historial deportivo del técnico guipuzcoano. 

Y a fe que, durante muchas fases del partido, el equipo merengue dio facilidades sobradas para que hecho tan relevante se produjera. Las cuales no fueron aprovechadas por el poderoso conjunto nerviosense. La primera parte del Madrid fue mala de solemnidad. Pero los visitantes no supieron imponerse ante la endeblez mostrada por todas las líneas de su rival. A pesar de que los sevillanos eran superiores en el centro del campo. Donde Fernando y Gudelj servían de escudos a sus defensas y Banega procuraba enlazar con Munir y Vázquez y éstos con  De Jong.

Cierto es que a los visitantes les faltó la incorporación atacante de Navas y Reguilón. El primero, tal vez porque temía que pudiera liársela Rodrygo en cualquier momento. Sin caer en la cuenta de que el joven brasileño estaba en Babia. Tan distraido como ajeno a cuanto acontecía a su alrededor. Rodrygo aparecío un día, deslumbró a la concurrencia, y a partir de ahí se ha ido apagando como una frágil vela. Menos mal que el tan denostado Lucas Vázquez, tras larga estancia en la enfermería, reapareció y cumplió no sólo ayudando a Modric sino que también fue el autor de un pase de gol a Casemiro en la segunda parte. El segundo, es decir, Reguilón,  tuvo que apechugar con la voluntad y el espíritu de sacrificio de Lucas Vázquez.

El segundo tiempo fue mejor. Pues además de los goles comenzó a reinar la emoción porque el resultado era incierto. El primer tanto de Casemiro fue extraordinario. También el segundo fue tan magnífico como valioso. Dado que poco antes había empatado de Jong en una jugada en la que Varane se durmió en los laureles pidiendo mano de Munir en esa jugada. Por cierto, hoy Zidane decidió, acertadamente, situar a Varane en el lado izquierdo y a Eder Militao en el lado diestro. Prueba  evidente de que es conocedor de que su equipo necesita fichar un central zurdo cuanto antes.

Vinicius, Benzema y Mendy sustituyeron a Jovic, Rodrygo y Marcelo. El primero dio un pase extraordinario a Casemiro que acabó en gol. Rodrygo no dio una derechas. Y Marcelo sigue defendiendo a trancas y barrancas. Sería injusto no destacar hoy cuanto hizo Vinicius durante el poco tiempo que estuvo en el terreno de juego. Se deshizo de Navas cuantas veces lo encaró. Con esa velocidad vertiginosa que tiene conduciendo el balón y desbordando contrarios. Lástima que aún siga desperdiciando ocasiones claras de gol.

En fin, que el Sevilla sumó doce más una derrota en el Bernabeú. En esta ocasión, gracias a dos goles de Casemiro. El brasileño doblegó a un Sevilla que desperdició una gran oportunidad de acabar con el gafe que le achacan los sevillistas al estadio del Madrid. Y es que así se las ponían a Fernando VII





 








viernes, 17 de enero de 2020

Irene Montero, ministra de Igualdad


A los quince años, según reza en su biografía, se afilió a las Juventudes Comunistas (UJCE). Dando muestras evidentes de ser una niña de precocidad política. Así que me la imagino ya en esa época estudiando todo lo concerniente al "bauvismo". Es decir, una doctrina autoritaria que acabó como el rosario de la aurora. En realidad, todo comunismo fue un fiasco. Cuyas nefastas consecuencias no necesitan ser reseñadas. 

Lo que no se le puede negar a doña Irene Montero Gil son los logros obtenidos cuando aún tiene la edad en la boca. Es licenciada en sicología. Como militante de Podemos -hoy Unidas Podemos- ha sido diputada por Madrid durante cuatro legislaturas en el Congreso de los Diputados. Lo cual no le ha impedido dar a luz dos veces y ser propietaria de un casoplón en Galapagar. Y, por si fuera poco, el padre de sus hijos es vicepresidente del Gobierno de la Nación y ella ministra de Igualdad. A ver quién es el guapo que se atreve a decirnos que ser comunista no es rentable en los tiempos que corren.

La ministra de Igualdad, presa de un posmodernismo excitante y esgrimiendo continuamente esa grímpola de feminismo huracanado, debería acordarse también, en algun ocasión, de lo que dijo Marguerite Yourcenar, académica francesa, en relación con el hombre: "La idea de que el hombre como tal hombre es necesariamente más feliz y lleva una existencia más color de rosa que la de la mujer, me parece bastante grotesca, porque, al fin y a la postre, hay muchos hombres que no son tan felices como se pretende".

De seguir así, señora ministra, habrá hombres y por qué no mujeres que la consideren asimismo como ministra de Desigualdad. Incluso no me extrañaría que, cualquier lector aventajado, le recordara lo que Paul Valéry decía. "Hay tres clases de mujeres: las fastidiosas, las fastidiantes y las fastidiadoras." Aquel desagradable misógino no se equivocaba del todo, a juzgar por lo que dicen los hombres. Por lo demás, cada una de esas tres categorías provoca reacciones diferentes en sus compañeros.

Con todos mis respetos, señora, y en vista de que es una mujer inteligente y muy preparada, como decían otrora, procure que no la encasillen como política fastidiosa. Insoportablemente (fastidiosa). Por más que a usted la quieran las cámaras de televisión y tenga tanta facilidad de palabra como para convencer de su comunismo trasnochado a muchos españoles. Y no olvide que ya se acabó el viejo mito de la "Dama de las Camelias".

Si, claro que sí; por ello le diré lo siguiente: "todos los hombres de bien piensan que sin las mujeres el mundo no sería más que un caos. Reconocen y admiran su voluntad y el valor. La sutileza en las relaciones humanas. La resistencia física. El sentido que tienen de lo concreto...". Y, cómo no, son conscientes de que cuanto más felices sean menos expuestas están a decir: "No, esta noche no, cariño, me duele la cabeza".
 













jueves, 16 de enero de 2020

Alarmantes declaraciones de nuestro alcalde


Tenía yo un amigo, dotado de gracia natural, a quien me gustaba prestarle oído cuando decidía darle a la mui revestido de esa seriedad que muestran los jueces en el estrado. De la fe, por ejemplo, me dijo un día que era la que nos da Dios para poder entender a los políticos. Tampoco se me olvidó nunca el concepto que tenía de la política: "La mejor política es siempre decir la verdad a menos, por supuesto, que resulte que el político sea un mentiroso excepcionalmente bueno".

Yo quisiera creerme a pie juntillas todo lo que dice nuestro alcalde cada vez que sale a la palestra para recordarnos que los males a que está abocada Ceuta son siempre por culpa de alguien. Pero no puedo. Pues hace ya mucho tiempo que perdí la fe en quien siempre nos habla de un enemigo que impide que esta ciudad progrese en la medida que todos deseamos. Y, desde luego, le reconozco que está dotado de una extraordinaria imaginación para eludir culpas.

En esta ocasión, el titular que nos ha proporcionado Juan Vivas sobre la emigración es demoledor: "Es una vergüenza para España que el control de la presión migratoria de personas sobre la ciudad se ponga en manos de Marruecos. Cuando todo el mundo sabe lo que piensa de Ceuta este país". Después nos ha dicho que "ni los ceutíes ni los españoles pueden soportar ni un minuto más la situación en la que se encuentra la frontera, cuya precariedad de recursos materiales y sobre todo humanos es absolutamente vergonzosa para un país como el nuestro".

Dado que ha seguido enumerando las desgracias que se avecinan para Ceuta, y que no cabrían en esta página, me limitaré a propalar el alarmante final de su discurso: "La situación es extremadamente grave y, por tanto, necesita de la intervención inmediata del Gobierno de la Nación". Reclamándole  a Pedro Sánchez un programa que signifique la reconversión de la economía local. Al discurso de Vivas le corresponde frase tan manida: A buenas horas mangas verdes

Y me explico: nuestro alcalde lleva casi dos décadas en el cargo. Tiempo más que sobrado para que hubiera conseguido logros importantes cuando el presidente del Gobierno de España era de su partido. Máxime cuando viajaba cada dos por tres a Madrid y regresaba festejando en los medios de comunicación cómo lo habían recibido en la capital del Reino y lo mucho que los ministros correspondientes amaban a Ceuta. Con el paso del tiempo nos dimos cuentas, por razones obvias, que todo era una especie de cuento del alfajor. 

Juan Vivas, tildado siempre de político moderado, no ha dudado en levantar la voz contra la actitud de los gobernantes marroquíes, cuando siempre ha sido partidario de las buenas maneras para arreglar entuertos. Y además le exige a Pedro Sánchez que ponga inmediatamente remedio a tantos males. Males que son añejos y que se han ido acrecentando  con el transcurrir de los años. Los que él lleva siendo la primera autoridad de esta tierra. Y, claro, ha quedado como la Chata de Cai...



miércoles, 15 de enero de 2020

Quique Setién es de pensamiento único


Quique Setién vive ya en la cresta de la ola del fútbol español. De repente, cuando apenas sonaba su nombre como entrenador apetecido para equipos que desafinaban en todos los aspectos, fue llamado por el Fútbol Club Barcelona a fin de que recurra a un estilo de juego que tanto añoran los directivos del que es más que un club. Si bien es cierto que el entrenador cántabro ha sido la tercera opción. Al no haber aceptado el cargo ni Xavi Hernández ni Ronald Koeman.

En la cresta de la ola hay soledad y vértigo. Así que Quique Setién estará expuesto a todos los vientos como la flor del vilano. Y, naturalmente, a todos los caprichos de los futbolistas que ya habrán empezado a estudiarlo con el fin de descubrir sus debilidades y carencias más que su fortaleza y sus conocimientos. El exentrenador del Betis se ha distinguido siempre por defender un estilo de juego: el conocido como tiquitaca. Dando muestras en ese sentido de ser una persona de pensamiento único.

El recién llegado entrenador ha sustituido a Ernesto Valverde: ganador de títulos con un equipo en el cual algunos futbolistas han evidenciado estar ya en el declive de su carrera. Arquetipo de lo dicho es Sergio Busquets. A quien le cuesta lo indecible mantener una regularidad defensiva cuando los adversarios dominan la situación. Y, por supuesto, es "verdad de Perogrullo" decir que el Barcelona depende de dos jugadores: Messi y Suárez. El primero es capaz de resolver un partido en dos o tres intervenciones. El segundo estará de baja varias semanas.

El Barcelona comparte el primer puesto de La Liga Santander con el Madrid. Y está por tanto en disposición de ganar tres títulos. Ernesto Valverde principió a ser "mal quisto" desde que decidió prescindir de Busquets por razones obvias: ni defiende ni le da al juego la velocidad necesaria. Y sobre todo, además de perder partidos trascendentes, porque estaba tratando de imponer un estilo acorde con las cualidades de la plantilla actual. De ahí que hubiera de apelar frecuentemente al modo de proceder de Arturo Vidal. Tan efectivo cual distinto en todos los aspectos a eso que llaman la posesión.

Con un Barcelona colocado magníficamente en todas las competiciones, el recién llegado entrenador ha dicho textualmente: "Sólo garantizo que mi equipo jugará bien". Como si el Barça llevara mucho tiempo jugando mal y estuviera ya sin aspiraciones de no ganar nada. Mucho me temo que esas declaraciones tan ampulosas no deben haber sentado muy bien en la plantilla. Y evidencian una falta de respeto con el entrenador saliente.

En resumen: la baja de Luis Suárez podría permitirle a Setién usar a Griezmann como delantero falso y, por qué no, acompañado de Messi. Y el Barcelona seguirá siendo un equipo temible. Siempre y cuando no tarde un mundo en llegar al marco contrario, dando así facilidades de repliegue intenso a sus rivales. Pero el problema no radica tanto en ataque como en la forma de defender. Y es ahí donde está el quid: ¿prescindirá de Busquets o lo mantendrá arropado por cuatro o cinco compañeros para que siga siendo un símbolo del pasado?

En el fútbol no vale jugar bien y perder. Lo que vale es ganar, ganar y ganar... Y si además se juega bien, cada dos por tres, miel sobre hojuelas. Y se puede hacer bien de varias maneras. Pues claro que sí. No olvidemos que el gusto está en la variación. Por consiguiente, bien haría Setién en hablar menos y encomendarse a todos los santos para poder estar en la cresta de la ola tanto tiempo como lo ha estado Ernesto Valverde.    





martes, 14 de enero de 2020

Pegando la hebra con Emilio Lamorena


Hace la friolera de cuarenta años que Emilio Lamorena y servidor nos conocimos. Creo haber dicho, en otra ocasión, que nuestro encuentro se produjo en El Puerto de Santa María: concretamente en el Hotel Puerto Bahía. Emilio se había alojado en el establecimiento un día antes de jugarse el partido Racing Club Portuense-Agrupación Deportiva Ceuta. Equipos que -en aquella temporada- habían mantenido hasta el final de la Competición una lucha sin tregua por lograr el ascenso directo a Segunda División A. 

Yo estaba tomando el aperitivo en la barra de la Cafetería cuando Emilio se acercó a mí para saludarme. Desde el primer momento supe que estaba ante una persona amable, educada y culta. Quien daba muestras visibles de sentirse ciudadano de Ceuta y de estar entusiasmado con su equipo de fútbol Y, por si fuera poco, me habló de sus amistad con Guillermo Valero. Portuense de pro. A quien sigo recordando a cada paso. Cada vez que hablo con Emilio no sé como nos la apañamos para que salga a relucir la fecha donde principió nuestra amistad.

Aprecio que siguió aumentando desde mi llegada a Ceuta, hace casi cuatro décadas. A pesar de que, durante esa eternidad de tiempo, hubiese momentos complicados en nuestras relaciones por militar ambos en tendencias políticas o sociales bien distintas. Algo que siempre hemos valorado ambos en su justa medida. Ayer por la noche, mi llamada teléfonica fue para saber una vez más sobre su estado de salud. Resquebrajado por culpa de un accidente que le causó un traumatismo en la zona del pubis. Del cual se va recuperando despaciosamente.

Tras ponerme al tanto de todo lo concerniente a su mejoría, Emilio y yo aprovechamos la ocasión para recordar tiempos pasados. Sin caer en la tentación de decir que fueron mejores. También para mencionar a varios amigos en común que hace ya tiempo se fueron a ese lugar del cual nunca se vuelve. Charlamos de fútbol. Y debo decirles que mi amigo me contó que vivió intensamente cuanto se dijo en la radio acerca del partido de la Copa del Rey entre la AD Ceuta y la Real Sociedad.

Emilio Lamorena no fue nacido en esta tierra, según me dijo él en su momento; pero nunca se le cae el nombre de Ceuta de la boca. Es algo que nos suele ocurrir a quienes un buen día decidimos vivirla intensamente. Decisión que nos llevó a quedarnos como residentes en ella hasta el fin de nuestros días. Aunque jamás se nos haya ocurrido apropiarnos del término caballa. Por razones obvias. En fin, que mi amigo está mejorando de su lesión de pubis. Y yo me alegro de que su recuperación vaya viento en popa.


   

lunes, 13 de enero de 2020

Los nuevos ricos


De vez en cuando suelo yo darle un repaso a la Historia de las Ideas Políticas escrita por Jean Touchard. Hoy me he detenido en Ideas Sociales de Rousseau. Quien no piensa en absoluto en instaurar una sociedad rigurosamente igualitaria, pero quiere corregir la injusticia y reducir la distancia que separa a los más pobres de los más ricos.

 -¿Queréis dar consistencia al estado? -escribe Rousseau en el Contrat social- Acercad los grados extremos tanto como sea posible, no permitáis ni gentes opulentas ni mendigos. Ambos estados, naturalmente inseparables, son igualmente funestos para el bien común. De uno proceden los instigadores a la tiranía, y del otro, los tiranos; son siempre ambos quienes comercian con la libertad pública: unos la compran y otros la venden.

Este texto señala una vía media, pero Rousseau sabe perfectamente que resulta muy difícil atenerse a ella. No ignora que la igualdad es precaria y que está siempre amenazada. Todos sabemos que es la clase media la que mantiene el equilibrio entre ricos y pobres. La que ha de impedir que unos y otros se salten a la torera las reglas...

Pues bien, hoy me han parado en la calle y me han preguntado si no había visto un tuit de Echenique, ilustrado con una fotografía de Pablo Iglesias derramando lágrimas en el debate de investidura, con el siguiente mensaje: "Las lágrimas de gente normal. De la gente normal y trabajadora. De los que siempre perdíamos. De los excluidos...".  Acto seguido, se me ha inquirido al respecto. Y he dicho lo siguiente.

Las lágrimas de Pablo Iglesias, Echenique y demás líderes de Unidas Podemos son de felicidad por haber pasado en un amén de ser clase media alta a ricos para siempre. Gracias a que las urnas, convertidas en bombos de lotería, han hecho posible que les haya tocado el Gordo de la política a unos comunistas de pacotilla. Semejante gimoteo, que suele tener una virtud catárquica en la intimidad, se convierte en pornografía cuando se usa políticamente. El párrafo se lo tomo prestado a Luis Sáchez Moliní. A quien suelo leer con fruición.

Mientras tanto, el señor Iglesias sigue dando abrazos por doquier y tratando de dar la impresión de que no ha nacido nadie en España con tan buenos sentimientos como los suyos. Eso sí, yo le recomendaría al líder de Unidas Podemos que, en cuanto tenga un rato libre, no dude en buscar un sastre que le haga las chaquetas a la medida del cargo que ostenta. Es lo menos que se le puede pedir a un nuevo rico. 









domingo, 12 de enero de 2020

El Madrid gana en la tanda de penaltis


No era necesario ser ningún adivino para predecir que el Atlético no le daría al Madrid las mismas facilidades que le concedió el Valencia en las semifinales de la Supercopa de España. Y así ha sucedido. El equipo rojiblanco ha perdido en la tanda de los penaltis. Pero de haber ganado, que ha estado a punto de hacerlo, tampoco se le habría podido negar que hizo méritos para lograrlo.

El principal mérito del equipo rojiblanco fue desactivar por completo el poblado mediocampo del conjunto blanco. Del cual tanto se ha venido hablando durante varios días, como si esa disposición táctica -aunque empleada por necesidad- fuera lo más parecido al Bálsamo de Calaba. Conociendo a Simeone era de esperar que su equipo tratara de impedir que defensas y volantes del rival conectaran con el balón. 

De modo que sus jugadores salieron presionando muy arriba y, en cuanto era superada la primera línea, se replegaban inmediatamente a su campo. No dejando resquicio alguno por el cual Jovic pudiera, al fin, hacer un gol. En la misma medida que evitaron los tiros desde la media distancia, amén de impedir que el Madrid hiciera de la posesión un factor determinante. Ni siquiera Isco, convertido de la noche a la mañana en un prodigio de jugador por sus seguidores, fue capaz de hacer nada relevante.

Cierto es que Atlético como Madrid tuvieron ocasiones de gol. Recuerdo una de Joao Félix, tras un fallo estrepitoso de Ramos, y las dos que echaron al limbo tanto Jovic como Valverde. Por cierto, el uruguayo estuvo durante mucho tiempo escorado a la banda derecha, situación que le impidió rendir como en él es habitual cuando juega como interior. También es verdad que los porteros dieron tantas muestras de seguridad que parecía imposible batirlos.

En ataque, Morata fue un incordio permanente para sus marcadores. Cabe decir, por tanto, que quien peor lo pasó fue Sergio Ramos. Quien casi nunca pudo controlar al exjugador madridista. Morata pudo decidir el partido en una jugada en la cual se quedaba solo ante Courtois. Menos mal que Valverde, aun a sabiendas de que iba a ser expulsado, tomó la decisión de derribarlo aparatosamente. En la segunta parte llegaron los cambios. Los cuales no influyeron decisivamente.

Lo mejor del partido ocurrió durante la prórroga. Quizá hubo más emoción que juego. Y el Atlético fue a más. Los guardametas volvieron a hacerse notar. Y, naturalmente, al no haber goles se llegó a los penaltis. Y el Madrid fue mejor en esa asignatura. En la que Courtois estuvo a la altura que le corresponde. El Atlético desactivó el poblado mediocampo del Madrid, pero éste ganó la Supercopa por sus aciertos desde los once metros.






sábado, 11 de enero de 2020

El odio entre partidos es peligroso


Dicen los medios de comunicación de Andalucía que los próximos tiempos que se avecinan no serán fáciles para las relaciones entre el Gobierno central y andaluz. Y lo achacan a que ambos ejecutivos están en manos de partidos que son adversarios políticos. Lo cual suele suponer un hándicap importante para el diálogo entre el Palacio de la Moncloa y San Telmo. Y ponen hechos recientes como ejemplos del escaso entendimiento existente entre ambas instituciones.

Semejante situación -calificada, como no podía ser menos, de caótica para los ciudadanos- se ha visto agrabada por los últimos acontecimientos; es decir, por la crispación que se ha instalado en la vida política nacional. Donde las derechas han radicalizado su discurso hasta extremos que parece que el fin de la unidad de España se va a producir de un momento a otro. Obviando la existencia de la Constitución. 

Y a mí, tras leer todo lo relacionado al respecto, me ha venido a la memoria que la creación del estado de las Autonomías, que es un federalismo con soda, hace posible que el Gobierno y el Estado de la Nación tengan grandes posibilidades a la hora de la distribución de dinero o de servicios, independientemente de las competencias que tiene cada Comunidad Autónoma. Creo que fue Felipe González quien al ser preguntado al respecto, respondió de tal guisa.

-Parece natural, y hasta humano, aunque políticamente detestable, que  si el Gobierno de la Nación es socialista, ofrezca más a aquellas Comunidades gobernadas por socialistas que a esas otras que gobierna la derecha. Esta anécdota la contó José María Aznar, siendo presidente de Castilla y León, debido a que habiendo pedido un audiencia a González no recibió contestación alguna. En algunas campañas electorales, desde los primeros pasos de nuestra democracia, los políticos decían que si tal partido rival gobernaba en tal o cual sitio ya se encargaría el Gobierno central de enseñarle lo que vale un peine. El ejemplo es horripilante.

Así que bien harían los dirigentes del Partido Popular de Ceuta (por cierto, la memoria, que aún me es fiel, me permite acordarme de cómo José María Aznar, siendo presidente del Gobierno, pecó de cicatero con esta ciudad en todos los sentidos) en mantener la cabeza fría en momentos donde los insultos por sistema y las predicciones apocalípticas pueden perjudicar a quienes menos culpas tienen: a los ciudadanos y ciudadanas de esta tierra.   




viernes, 10 de enero de 2020

Una golondrina no hace verano


Hay lectores de este blog que me llamaron tras la victoria del Madrid frente al Valencia para recordarme lo bien que jugó Isco Alarcón. Tan bien como para que servidor no tuviera el menor inconveniente en destacar su actuación. Pero, debido a que a mí me encantan los refranes, decidí recordarles que "una golondrina no hace verano". Este refrán tan popular advierte que no se debe deducir una regla o norma general de una sola cosa.

Esta paremia le viene como anillo al dedo a cuantos no cesan de derramar incienso sobre el jugador del Madrid por el mero hecho de haber tenido una actuación sobresaliente en Arabia Saudí, tras haber estado durante una eternidad sin dar pie con bola. Hasta el punto de que nunca antes la 'Casa Blanca' tuvo tanta complacencia con un jugador a quien exigirle regularidad es tan difícil como pedir cotufas en el golfo o en la mar. 

El partido frente al Valencia, debido a las lesiones de Benzema, Hazard y Bale, le ofreció a ZZ la oportunidad de recurrir a los jóvenes brasileños, Vinicius y Rodrygo, o bien decidirse por lo que fue un acierto: acumular jugadores en la zona donde se cuecen los triunfos y las derrotas; es decir, en el centro del campo. Mezclando en esa línea a futbolistas tan dotados técnicamente como para defender cuando se lo proponen. 

A todos ellos les otorgó libertad absoluta para atacar y sobre todo para hacer de la posesión un elemento fundamental, siempre y cuando las jugadas acabaran en tiros a la puerta defendida por Jaume Domenech. Con el fin de evitar contrataques innecesarios. El ejemplo lo tuvimos en Casemiro. Bajo ese estilo, teniendo además a Jovic distrayendo la atención de los centrales del equipo dirigido por Celades -quien nunca supo enmendar yerros-, a Isco se le presentó la oportunidad de rehabilitarse. Entre otras razones porque la propuesta de ZZ le venía que ni pintiparada para sus cualidades. 

Los errores de Celades no creo que los vaya a cometer El Cholo Simeone. Si acaso ZZ insiste en distribuir a sus futbolistas de la misma manera y empleando el mismo estilo de juego. Aunque convendría recordar que si el técnico francés volviera a plantear el partido tal y como lo hizo ante el equipo valenciano, debería hacerse a la idea de que los rojiblanco no dudarían en ceder el mediocampo y atrincherarse al borde del área para salir en estampida cada vez que roben un balón. 

Ante ese panorama, el Madrid necesitará presionar otra vez muy arriba para que los espacios se reduzcan y al rival le cueste lo indecible salir con la pelota jugada. Manteniendo, eso sí, una defensa organizada para no cometer los mismos fallos que el Barcelona. Tampoco sería imposible que Simeone sorprendiera adelantando líneas, en ocasiones, para invadir el campo merengue en bloque, con el fin de que sus centrales no se quedaran en campo propio sin referencia de marcajes. Por cierto, a esos centrales del Atlético lo que más les incomodaría sería un delantero falso por el centro. Tan hábil como para sembrar el desconcierto en zona peligrosa y, por supuesto, haciendo uso y abuso de su movilidad. Me imagino a James o Rodrygo desempeñando esa misión.

Pues bien, el partido Madrid-Atlético, además del interés que siempre despiertan estos derbis, nos va a permitir, entre otras muchas cosas, comprobar si Isco Alarcón, tan celebrado estos días, es capaz de jugar dos partidos seguidos al nivel que se le debe exigir a un futbolista del Madrid. De no ser así, habrá que criticarle en la misma medida que se le viene poniendo estos días en la cresta de la ola. A sabiendas de que "una golondrina no hace verano".













jueves, 9 de enero de 2020

El Atlético resiste y es finalista de la Supercopa de España


"Qui resistit, vincet". Parece ser que esta es una máxima latina de Perso, que viene a decir "quien resiste, gana". Nuestro Nobel, Camilo José Cela, lo repetía frecuentemente. Y resistiendo ha logrado el Atlético de Madrid ser finalista de la Supercopa de España. El equipo rojiblanco sufrió lo indecible en la primera parte, asediado por un Barcelona que fue infinitamente mejor. Pero los hombres dirigidos por El Cholo Simeone aguantaron, padecieron y soportaron ese dominio con las armas que sacan a relucir cuando se ven dominados de cabo a rabo.

Defender como un equipo menor, siendo uno de los clubes más importantes de España y de Europa, no es ningún desdoro. Sobre todo si esa labor se realiza como mandan los cánones. Los jugadores del Atlético saben que han de jugar como desea su entrenador. Es un equipo compuesto por no pocos futbolistas de mucha calidad pero que han de cumplir las misiones concretas que les encomienda  su técnico. Lo que le convierte en un equipo correoso, disciplinado y que sabe capear el temporal cuando los adversarios son mejores. Nadie se salta el guión táctico establecido. Eso sí, se permite imaginar siempre y cuando el fin sea práctico.  

Insisto: el Barcelona fue mejor en la primera parte. Pero no logró ninguna ventaja de ese dominio. Mientras que Simeone se desgañitaba diciéndole a sus jugadores que atacasen por la banda izquierda para distraer la atención de Sergi Roberto y Vidal, con el fin de que éstos no conectaran con Lionel Messi. Cuyo peligro era evidente. En la segunda parte, Koke tardó nada y menos en lograr el primer gol de su equipo. Fue salir y besar el santo. Lo hizo para sustituir a Herrera

La respuesta a ese gol la dio Messi en el minuto cincuenta. Tras chutar con la derecha desde fuera del área, sorprendiendo a Oblak. Se creció el equipo azulgrana y Griezmann marcó el segundo en plena euforia del conjunto azulgrana. Corría el minuto sesenta y todo indicaba que el Atlético no saldría ileso del trance. Llegaron goles anulados por el VAR en dos ocasiones. Uno a Messi y otro a Piqué. Y a partir de ahí, con la entrada de Vitolo y Llorente, los de Simeone sacaron fuerzas de flaqueza y lograron darle la vuelta al marcador. Goles de Correa y Morata de penalti. Hubo otro, por mano de Piqué, que ni el árbitro ni el VAR creyeron conveniente indicarlo.

El Barcelona fue mejor durante casi todo el partido. Pero no supo rematar la faena cuando el equipo rojiblanco estuvo jugando durante mucho tiempo replegado al borde de su área. Formando una muralla humana delante de Oblak. Y, claro, sucedió lo que suele suceder cuando se tiene enfrente a un conjunto que está preparado para sufrir y para resistir lo indecible. "Quien resiste, gana". Una máxima a la que se aferró el equipo dirigido por Simeone. Y le dio resultado. Por más que enfrente estuviera Messi desplegando su mejor juego. El Atlético jugará la final de la Supercopa de España con el Madrid.








miércoles, 8 de enero de 2020

El Madrid hace que el Valencia se sienta insignificante


La impotencia demostrada por el Valencia ante el Madrid es de las que dejan huella en cualquier equipo. Y mucho más si se trata de un grande, como lo es el conjunto che. El cual se sintió agobiado y falto de ideas durante todo el encuentro. Y sobre todo en la primera parte. Los dos equipos salieron dispuestos a dominar el centro del campo. 

El Madrid, debido a las bajas de Hazard, Benzema y Bale, jugó con Jovic como ariete y por detrás de él, magníficamente situados, estaban Modric, Isco, Valverde y Kroos. Con Casemiro como escudo de la defensa. El Valencia, ante la ausencia de Rodrigo, también acumuló futbolistas en la zona vital del mediocampo. En la cual se cuecen las victorias y asimismo las derrotas. Y se conformó con dejar a Gameiro más solo que la una frente a Varane y Ramos.

Los valencianos decidieron esperar en su campo para contraatacar. Y se hallaron con un Madrid que además de presionar en campo contrario, con el fin de confundir a sus rivales, decidió jugar una especie de tiquitaca. Aunque acabando siempre las jugadas. En esta ocasión, no me duelen prendas decir que Isco Alarcón cumplió perfectamente con su cometido.

Si bien es cierto que IA se aprovechó de que Albert Celades estaba ajeno a la realidad de lo que estaba pasando en el terreno de juego. Vamos, que estaba en Babia. Pues de no ser así, hubiera cortado de raíz las andanzas del jugador malagueño. Y uno se alegra del hecho. Aunque no creo que el nacido en Arroyo de la Miel vuelva a encontrar las mismas facilidades que le han concedido los valencianos.

El dominio aplastante del Madrid no se tradujo en gol hasta el minuto quince. Lo marcó Toni Kroos  en un saque de esquina que sorprendió a Jaumes Domenech. Tanto de los llamados olímpicos. Si bien el guardameta valenciano contribuyó decisivamente a que se produjera hecho tan relevante y que hizo que el conjunto dirigido por Zidane intensificara aún más su dominio. Dueño de la situación, y con los valencianos sin dar una a derechas, llegó el gol de Isco. Corría el minuto treinta y ocho y el Valencia daba muestras evidentes de estar noqueado.

Nada cambió en la segunda parte. En la que Modric obtuvo el tercer gol. Por cierto, gol espléndido. De esos que avalan la calidad de un jugador. Sucedió en el minuto setenta y seis. Y a partir de ahí el aguerrido Gran Capitán del Madrid no cesó en su empeño de incorporarse al ataque con el fin de conseguir su gol. No había ninguna necesidad de que Sergio Ramos jugara a su aire. Y mucho menos que entre carrera y carrera se descentrara. Y cometió penalti... Parejo batió a Courtois y salvó la honrilla de su equipo.

El Madrid, sin duda alguna, hace que el Valencia se sienta insignificante en Arabia Saudí

        

martes, 7 de enero de 2020

Pablo Iglesias llora por el poder adquirido


El Congreso de los Diputados ha sido durante los debates de investidura de Pedro Sánchez lo más parecido a un estadio de fútbol argentino donde parte de las aficiones de los equipos contendientes dan muestras innegables de estar compuestas por lo peorcito de cada casa. Algo que sigue resultándome extraño. Porque siempre se nos ha dicho que los niños de ese gran país nacen todos con un libro bajo el brazo. Y por lo tanto debería primar la educación. 

Yo entiendo que los señores diputados hablen con pasión cuando les toca salir a la palestra. Dado que el desapasionamiento quizá alargue la vida, pero estoy con quien dijo que no la enriquece. Ahora bien, la mala educación como único medio de debatir le hace un flaco favor a la política de partidos y sobre todo a los políticos. Quienes son cada vez más detestados por los ciudadanos. El mal comportamiento de los que se hacen llamar señorías se ha vuelto contra ellos. En vista de que la zafiedad ha reinado en el hemiciclo.

Hasta el punto de que lo grotesco ha prevalecido sobre la ironía: esa burla fina que deja a cualquier oponente político sin palabras durante el tiempo justo para que las risas cundan por doquier. Los grandes parlamentarios se distinguieron siempre por saber herir con tanta facilidad como el cuchillo penetra en la mantequilla. En el Congreso de los Diputados, en cambio, han reinado los discursos incitando al odio. Generador indiscutible de la violencia. Se han hecho presentes la inquina y mala voluntad generalizada.  

Hemos asistido a actuaciones que bien podrían catalogarse de extravagantes y ridículas. Ese esperpento valleinclanesco que don Ramón definía de manera apoteósica. Los debates de investidura de Pedro Sánchez pasarán a la historia parlamentaria como sustancia venenosa o nociva para la salud y que redundará en contra de la democracia. Ese régimen considerado como el menos malo de todos los regímenes existentes. 

Visto lo visto y oído -en la Casa de los conocidos como Padres y Madres de la Patria- nos insta a los ciudadanos a pedir la protección del santo o santa de nuestra devoción para que el Gobierno de coalición del PSOE con Unidas Podemos no acabe como el rosario de la aurora. A propósito, debo reconocer que Pablo Iglesias sigue manifestando públicamente su excesiva alegría por el poder obtenido cuando su partido estaba a punto de palmarla. 

Tal vez sea esa alegría la que ha logrado moderar sus discursos e incluso que haya decidido dárselas de hombre de paz. Forma de proceder de un comunista cuando adquiere poder. No olvidemos que el poder de Pablo Iglesias consiste en estar en el sitio preciso para presionar al Gobierno al alimón con los partidos independentistas. Y hasta ganarse la confianza de la gente haciéndole huelgas al Gobierno cuando lo crea conveniente. Lo cual le supondría no sólo ir recuperando a sus votantes perdidos, sino que también le daría alas para postularse como candidato a residir en el Palacio de la Moncloa. Semejante oportunidad bien valían las lágrimas derramadas por nuestro Lenin








lunes, 6 de enero de 2020

Opiniones futbolísticas


Arturo Vidal

Aunque sea a destiempo, no me resisto a opinar sobre algunos detalles relacionados con el Español-Barcelona celebrado el domingo pasado. Encuentro que nos permitió comprobar, una vez más, cómo Sergio Busquets desaparece del terreno de juego en cuanto los rivales deciden presionar en campo contrario. Hace ya tiempo que vengo diciendo que el conjunto azulgrana juega muchas veces con un jugador menos. Y que, a pesar de esa condición o circunstancia desventajosa con que lucha inicialmente el equipo dirigido por Ernesto Valverde, termina imponiéndose porque Messi y Suárez se bastan y se sobran para enmendar esa situación. El entrenador azulgrana resuelve a veces esa papeleta dando muestras de jerarquía, recurriendo a Arturo Vidal. Y el chileno responde como lo que es: un extraordinario futbolista. Los puristas del toque, en cambio, siguen considerando herejía cada vez que Busquets se sienta en el banquillo o es relevado. ¡Hay gente pa tó!

Ezequiel Ávila

Conocido futbolísticamente como el Chimy Ávila, durante su estancia en la S D Huesca hizo posible que yo viera los partidos del equipo aragonés con el fin de cerciorarme de que todavía existen delanteros capaces de acogotar a sus marcadores y también de sembrar el desconcierto generalizado de cualquier sistema defensivo. El Chimy Ávila es de esos jugadores, quedan ya pocos, que vive los partidos con una intensidad contagiosa para sus compañeros y además cunde el nerviosismo entre sus rivales. Ayer en Balaídos volvió a demostrar que no es un jugador cualquiera, es decir, de los del montón; sino que su lucha denonada y su entrega absoluta no le impiden que marque goles. Tan extraordinarios como el que sirvió para que Osasuna empatara con un Celta que no acaba de coger la onda. El conjunto gallego cuenta también con Iago Aspas. Otro delantero merecedor de plácemes. Ambos futbolistas deberían estar en equipos de más fuste. Con todos mis respetos para gallegos y navarros.

Real Madrid-Castilla.

Siempre se ha dicho que los equipos filiales si tienen su día son capaces de ganarle a cualquier rival de su categoría y hasta de golearlos. Máxime si esos conjuntos lucen el escudo del Barcelona, Madrid, Atlético de Madrid, Sevilla... Lo cual no deja de ser una frase hecha... Por no decir una solemne tontería. Quien escribe sabe de lo que habla porque han sido muchas las veces que clubes entrenados por mí han disputado encuentros con los mejores filiales de nuestro fútbol. Unas veces en campos anejos y otras en el escenario principal. Los equipos conformados con jugadores provenientes de las categorías inferiores de los grandes clubes son excelentes. Y en vista de que prima la calidad hay que andarse con tiento cuando se les tiene enfrente. Nada más. El Madrid-Castilla está formado por los mejores futbolistas que han ido creciendo en Valdebebas. Sin embargo, sus derrotas son achacables a la falta de experiencia de los chavales. Otra majadería. La realidad es que ocupa el décimoquinto puesto en la clasificación. Y a mí me cabe decir que cualquier entrenador que no fuera mi admirado Raúl González, ya estaría liquidado.





















domingo, 5 de enero de 2020

Parcialidad en los comentaristas

Ayer, durante la previa del partido Getafe-Madrid, los comentaristas de Movistar Plus Televisión le hicieron el artículo a Sergio Ramos. Comenzaron diciendo que su equipo lo echaría de menos. A partir de ahi no dudaron en colmar de ditirambos al excelente jugador nacido en Camas. Pero no se atrevieron a contarnos sus defectos. Dando así pruebas de parcialidad. Algo que viene ocurriendo desde hace ya mucho tiempo y por lo tanto no le causa ninguna extrañeza a quien escribe. 

Sergio Ramos sería mejor jugador, lo he repetido hasta la saciedad, si actuara como central diestro. En esa demarcación sus errores defensivos disminuirían. Pues lleva muchos años exhibiendo carencias por su 'lado ciego'. De las que se han aprovechado no pocos rivales. Sus giros en carrera para defender son realmente de patio de colegio. De ahí que haga faltas tan bruscas como innecesarias.


Cierto es que todos los errores cometidos por el Gran Capitán del Madrid como zaguero situado en el lado siniestro los ha ido redimiendo por marcar goles de cabeza con balones procedentes de saques de esquinas y faltas lanzadas desde los costados en partidos decisivos. Sin olvidar su destreza y su calma cuando asume el riesgo de lanzar los penaltis. Ahora bien, me parece que lo peor que hace Ramos es sacar el balón jugado desde su posición. Y me explico: el pie izquierdo apenas lo usa. Y con el derecho se excede en cambiar la pelota de orientación. Con lo cual no sorprende ya a nadie.

Pues bien, ayer los comentaristas de  Movistar Plus Televisión se encargaron de decirnos con una insistencia rayana en la pesadez -en la previa del partido y cuando el Getafe presionaba de lo lindo- lo mucho que se echaba de menos el balón jugado desde atrás por el insigne capitán-. Y estuvieron dándonos la tabarra al respecto hasta que fuimos descubriendo que Éder Militâo cumplía sus funciones con la sobriedad de los grandes defensas. A pesar de que su pierna izquierda no es la mejor para brillar como central zurdo.

También Rafael Varane acreditó su categoría, una vez más, siempre puesta en duda por los partidarios de su compañero Ramos, cuando éste no forma pareja con él. El francés marcó dos goles, aunque el primero fuera al alimón con David Soria, lideró la defensa y cuajó un partido sensacional. No en vano es, por si alguien lo ha olvidado, Campeón del Mundo con Francia. En fin, que ya está bien de cantar por sistema las excelencias de Sergio Ramos y no decir ni pío de sus defectos por jugar en el lado siniestro.

Frase

Es un parche jugar como central en el lado izquierdo siendo derecho. Y viceversa.





sábado, 4 de enero de 2020

Victoria contundente del Madrid


Ganarle al Getafe es tarea complicada. Hacerlo en El Coliseum Alfonso Pérez es harto difícil. Incluso para los equipos grandes de La Liga Santander. El 'Geta' suele jugar tal y como quiere José Bordalás. Su entrenador. Quien cuando se le pregunta por el estilo de juego de los suyos, responde así: "El fútbol moderno no necesita posesiones largas. Se pueden crear ocasiones con tres o cuatro toques. Todos los estilos valen para ganar y todos son vistosos".

Con tres o cuatro toques, incluso con menos, prescindiendo además de los arabescos innecesarios y sobre todo teniendo ensayados muy bien los pases largos y los despejes orientados para llegar al marco contrario con celeridad, tratando de culminar la faena aprovechando las segundas jugadas, los hombres dirigidos por Bordalás logran éxitos superiores a las posibilidades económicas del club presidido por Ángel Torres Sánchez. Quien lleva mucho tiempo dando muestras evidentes de saber de qué va la cosa del deporte rey.

El Getafe salió dispuesto a implantar su estilo de juego desde que comenzó el partido. Cuando les tocaba sacar de puerta adelantaban todas sus líneas con el fin de atosigar, acuciar, e importunar a los defensas del Madrid para que éstos no pudieran sacar el balón jugado y, de paso, aprovechar cualquier error. Dominar el centro del campo no le resultaba fácil a ninguno de los dos contendientes. Y mucho menos a los visitantes. Habida cuenta de que la pelota siempre transitaba por el cielo. El equipo de Bordalás bien podría participar con el mismo rendimiento en la Premier League.

Con ese fútbol, etiquetado de primario por Valdano, comentarista de lujo, El Madrid hubo de capear el temporal durante la primera parte. En la que el Getafe puso a prueba a Courtois. Menos mal que el belga estuvo inmejorable. Creo recordar que hizo tres paradas de verdadero mérito. También destacaron Varane, Militâo y Mendy. El mérito del central brasileño fue que, siendo diestro, jugó en el lado izquierdo y no se complicó nunca la existencia. También Mendy supo estar a la altura de las circunstancias positivas.

Debo confesar que tal y como estaba desarrollándose el partido no entendía cuál era la misión de Isco. Hasta que el comentarista de turno nos dijo que el malagueño estaba sufriendo muchísimo porque el partido no era apto para él. En el minuto treinta y cuatro llegó el gol del Madrid. Lo logró Varane al alimón con David Soria, tras un centro de Mendy. DS suele cantar por alto mejor que mi admirado Pansequito por bulerías.

El gol le dio confianza al Madrid y el Getafe fue perdiendo gas. A pesar de que Isco no daba señales de vida. Varane volvió a marcar en el minuto 52. Tras rematar de cabeza un pase de Kroos. El francés, en un partido repleto de aciertos, enmudeció a todos los que dicen que su rendimiento baja cuando no lo dirige el 'Gran Capitán': Sergio Ramos. En el minuto setenta llegaron los cambios: Kroos e Isco le dieron paso a Vinicius y a Valverde. 

Valverde hizo en dos minutos lo que se le exige a cualquier mediapunta, o segundo delantero, llámese Isco o Perico el de los palotes, dar dos pases de gol: uno a Gareth Bale y otro a Modric. El segundo acabó siendo el tercer gol. Resultado tan contundente como merecido para un Madrid que supo imponerse al Getafe. Triunfo ante un buen rival. Equipo con un estilo de juego que no es fácil contrarrestar. O sea, victoria trabajada de un Madrid con un Courtois que va a más, que mejora, que presenta perspectivas favorables. Y con Varane convertido en líder de una defensa en la que Mendy y Militâo rayaron a gran altura. 


















viernes, 3 de enero de 2020

Limpieza de corrales


Antiguamente el ganado sobrante era lidiado por los toreros que menos actuaciones habían tenido cuando la temporada estaba tocando a su fin. Evitando así que esos toros fueran al matadero. Los diestros elegidos ardían en deseos de ganarse un sitio entre los mejores. A eso se le llamaba "hacer limpieza de corrales". Luego, con el paso del tiempo, también se incluyeron en esa actividad a los matadores que decidían torear astados cuya peligrosidad habían dado fama de dureza a la ganadería a la cual pertenecían. Porque las figuras no los querían ver ni en pintura.

Hubo toreros que llegaron a triunfar clamorosamente con ese tipo de toro tan duro como el pedernal. Capaces de herir al menor descuido de quien trataba de desengañarlo. Que no de engañarlo. Ni de burlarse de él, sino de burlarlo. Según nos dijo en su día José Bergamín. Y hasta lograron éxitos rotundos con los llamados toros de carril. Otros nunca se sintieron a gusto nada más que ante las enormes dificultades de los morlacos. Y hasta se consagraron en ese menester.

La expresión "hacer limpieza de corrales" también podría aplicársele al fútbol. Yo lo hacía cada vez que me llamaban para afrontar un riesgo tan complicado como es salvar del descenso a un equipo al que todos los expertos de la cosa habían dado ya por descendido. Aceptaba el encargo a sabiendas de que podía salir empitonado. Ya que el descenso de un club es un drama que siempre se le achaca al último técnico que lo dirige. Aunque también mentiría si no dijera que el chute de adrenalina que recibía era incomparable. Lo cierto es que tras superar situaciones tan arriesgadas, con el éxito adecuado a las circunstancias, llegué a sentirme tan a gusto como para desearlas.

Hay tres equipos en La Liga Santander que han cambiado de entrenador en varias ocasiones y en apenas cuatro o cinco meses. Tres de ellos ocupan los últimos lugares de la clasificación. Empecemos por el último: en el RCD Español debutará Abelardo en el banquillo frente al Fútbol Club Barcelona. La salvación de los 'Pericos' no pasa solamente por ganar este partido. Pero si lo consigue, no tengo la menor duda de que el entrenador asturiano cumplirá con la misión que le ha sido encomendada. De no ser así, Abelardo las pasará canutas.

El Celta de Vigo es un buen equipo, con solera suficiente y plantilla capacitada para no estar a estas alturas con 14 puntos y en puestos de descenso. Los resultados no están yendo acordes con las esperanzas que los directivos del equipo gallego han depositado en Óscar García Junyent. Y es que no es lo mismo ser comentarista de fútbol que sentarse en un banquillo y tener que recurrir a las ideas buenas con la celeridad que exige el transcurrir del juego y la presión de los aficionados. Por tanto no extraño que los aficionados vigueses anden ya con la mosca del descenso detrás de la oreja.

Hablar del Leganés es conveniente; sobre todo para destacar el buen trabajo que viene realizando Javier Aguirre. La forma de proceder del entrenador mejicano evidencia que está acostumbrado a "hacer limpieza de corrales". Debido a la naturalidad con la que se enfrenta a cada partido. Aun a sabiendas de lo mucho que se juega. El conjunto pepinero, bajo la dirección de JA, ha mejorado notablemente. Pero sus carencias siguen siendo las mismas. Atenuadas por los conocimientos de un técnico curtido en mil batallas y que no descompone la figura en ningún momento.

De los tres clubes citados, el más modesto es el Leganés; sin duda alguna. Lo cual no me impide decir, por más que nunca me ha gustado presumir de pitoniso, que es el que tiene el técnico más indicado para afrontar el reto de una salvación que los tres equipos mencionados tienen muy complicada.  Y es que Javier Aguirre es capaz de triunfar con buenos equipos y también cuando le toca "hacer limpieza de corrales".  El mejicano, el entrenador más veterano de la terna, se limitaría a decirnos: "Que Dios reparta suerte".